En un despliegue de poderío aéreo que más parece un espejismo de fuerza, los cazas rusos Su-30SM y Su-30SM2 se exhibieron en un teatro sobre la región de Kaliningrado, según lo reportado por la agencia de noticias estatal TASS. Estos ejercicios bálticos, más parecidos a un espectáculo circense que a una demostración de capacidad militar real, vieron a por lo menos diez aviones rusos emprender ejercicios tácticos que incluyeron bombardeos y ataques con misiles.
El rimbombante reporte sobre los Su-30SM
Desde la oficina de prensa de la Flota del Báltico, el comunicado emitido sobre los ejercicios aéreos sonaba más a propaganda que a un informe militar serio: “Durante los ejercicios, los pilotos se ejercitan para destruir columnas de material militar enemigo, puestos de mando y personal acumulado, instalaciones militares-industriales, aeronaves adversarias, fuerzas de asalto aerotransportadas y anfibias, y también para proporcionar apoyo de fuego a las unidades del cuerpo de ejército de la Flota del Báltico”.
Sin embargo, en el transcurso de la invasión a Ucrania, la flota de cazas Su-30SM de Rusia ha demostrado ser más un blanco móvil que una herramienta ofensiva efectiva. Estos aviones, que en teoría representan la élite de la aviación rusa, se han visto reducidos a meras presas en el juego del gato y el ratón contra tecnologías militares más avanzadas y estrategias más efectivas.
El Su-30SM, un caza polivalente derivado del anterior Su-30 ruso, fue desarrollado inicialmente en la Unión Soviética por Sukhoi Aviation Corporation. A pesar de su diseño bimotor supermaniobrable, que debería ser una ventaja, el Su-30SM se ha quedado corto en cumplir con las expectativas. Descendiente del fuselaje del Sukhoi-27 y denominado “Flanker” por la OTAN, el Su-27 fue diseñado para enfrentarse a los cazas de cuarta generación estadounidenses. Pero el paso del tiempo ha demostrado que lo que en su momento fue una respuesta contundente a la aviación estadounidense, hoy no es más que una sombra de su antigua gloria.
El Su-30SM llegó tarde a un mundo de cazadores del aire
La búsqueda de un caza que pudiera recorrer todo el país sin necesidad de repostar llevó al desarrollo del Su-27PU, que más tarde sería renombrado como Su-30. Pero, en un giro irónico del destino, estos cazas, en lugar de ser los depredadores del cielo, se han convertido en la carnada, en un cielo cada vez más hostil y dominado por tecnologías que los superan.
A pesar de que el caza Su-30 obtuvo resultados prometedores tras su entrada en servicio a mediados y finales de los años 90, su historia reciente revela un escenario menos halagüeño. En 2012, confiando en sus capacidades, el Ministerio de Defensa ruso encargó 60 variantes del Su-30SM. Este modelo, propulsado por dos motores turborreactores Al-31FP by-ass, alcanza una velocidad máxima de Mach 2.0, pero ¿es esto suficiente para mantener su relevancia en el campo de batalla moderno?
El Su-30SM, con mejoras en radar, sistema de comunicaciones y armamento, es sin duda un fuselaje más capaz que su predecesor. Construido con titanio y aleaciones de aluminio de alta resistencia, su diseño promete resistencia y eficacia. Según Air Force Technology, el Su-30SM cuenta con tecnología avanzada: identificación amigo-enemigo, sistema de posicionamiento global, navegación inercial y la posibilidad de integrar aviónica moderna, incluyendo un nuevo sistema de radar y de reconocimiento.
Su-30SM: Mucho ruido y pocas nueces
Sin embargo, la realidad en el campo de batalla cuenta una historia diferente. Los Su-30SM se han visto emparejados con cazas Su-35 en patrullas y operaciones militares en Ucrania, pero no precisamente como líderes indiscutibles. Los expertos indican que los Su-30SM se están utilizando más como señuelos que como cazas de élite, protegiendo a los bombarderos rusos al captar la atención ucraniana. Esta táctica, aunque estratégica, subraya un uso menos glorioso de lo que su diseño prometía.
El año pasado, el ejército ruso recibió el primer lote de cazas pesados Su-30SM2, la última variante de la familia Su-30, pero el tiempo dirá si estos nuevos modelos logran superar las limitaciones tácticas de sus predecesores.
A nivel internacional, los cazas rusos de la serie Su-30MK se han exportado ampliamente, con países como Armenia, la India y China adquiriendo variantes avanzadas de esta plataforma. Sin embargo, el uso efectivo de estos cazas en el ámbito global y su capacidad para enfrentar las amenazas actuales sigue siendo un tema de debate.
Mientras tanto, en el conflicto en curso, Moscú sigue utilizando sus cazas Su-30SM en su campaña contra Ucrania, una decisión que refleja tanto sus capacidades como sus limitaciones en un contexto de guerra moderna.
El Su-30SM puede transportar hasta 8 toneladas de armamento avanzado. Esto incluye una ametralladora, bombas, misiles aire-aire y misiles antibuque y de ataque terrestre como el Oniks (Yakhont).
La maniobrabilidad del Su-30SM se debe a su fuselaje integral aerodinámico, construido con titanio y aleaciones de aluminio, y su función de vectorización del empuje, que permite movimientos ágiles y precisos en el aire.
El Su-30SM alcanza una velocidad máxima de Mach 2, con dos motores turborreactores AL-31FP. Tiene una autonomía máxima de vuelo sin repostar de 3.000 km y una duración de vuelo de 3,5 horas.
La cabina del Su-30SM, diseñada para dos pilotos, cuenta con tecnología avanzada de aviónica, incluyendo pantallas Head-up y multifunción de cristal líquido, y se basa en una arquitectura abierta para integrar sistemas modernos.
Su versatilidad se debe a su capacidad polivalente para misiones de contraataque aéreo, terrestre y marítimo, y a su habilidad para llevar a cabo tareas de contramedidas electrónicas y de alerta temprana, actuando también como plataforma de mando y control.