Imágenes captadas por satélites revelan las secuelas de los recientes ataques con drones ejecutados por el ejército ucraniano sobre la base aérea rusa Lipetsk-2.
Según parece, en la base se encontraba un depósito de municiones, que, según la publicación china Sohu, almacenaba más de 700 bombas guiadas. “Esto parece ser cierto”, afirmó la fuente china. No obstante, aún no hay datos precisos sobre otros daños sufridos en la base, incluyendo los sistemas de defensa aérea y los aviones de combate, añadió Sohu.
Información previa del Estado Mayor del Ejército de Ucrania señala que, durante el ataque, decenas de bombarderos Su-34 estaban estacionados en Lipetsk-2. Además de los Su-34, la base también albergaba cazas MiG-31 y “posiblemente dos cazas Su-57”, según Sohu.
Satellite images of the ammunition depot at the Lipetsk-2 airfield near Lipetsk before and after the Ukrainian drone attack. pic.twitter.com/hFAIg0eqho
— Ph.Gritti (@Philipp27960841) August 9, 2024
La publicación sugiere que el ejército ruso podría haber sufrido más pérdidas, insinuando que los dos Su-57 podrían haber sido dañados.
El ejército ucraniano está fortaleciendo su capacidad para realizar ataques de largo alcance, mientras que se informa que la red de defensa aérea rusa se encuentra más debilitada que en el pasado. Después de que el presidente ucraniano Zelensky anunciara que Kiev cuenta con misiles capaces de alcanzar Moscú, se difundió un video en línea que muestra el lanzamiento de misiles ucranianos Neptune desde el aire.
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Este video ha generado especulaciones sobre la posibilidad de que dichos misiles hayan sido lanzados desde aviones de combate F-16. Mientras tanto, el ejército ruso declaró haber interceptado un misil Neptune, lo que ha llevado a conjeturas sobre una posible conexión con un lanzamiento desde un F-16, aunque esto no se ha podido confirmar.
Según informó Reuters, el 9 de agosto, el gobierno de Estados Unidos reveló un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania, valorado en 125 millones de dólares, que incluye diversos tipos de municiones, radares, ambulancias y equipos adicionales. Este apoyo busca fortalecer las capacidades combativas de las fuerzas ucranianas.
El 21 de febrero de 2022, Rusia afirmó que una instalación fronteriza fue atacada por fuerzas ucranianas, lo que se saldó con la muerte de cinco combatientes ucranianos. Ucrania negó rápidamente estas acusaciones, calificándolas de “falsas banderas”.
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En un movimiento notable, el mismo día, Rusia reconoció oficialmente las regiones autoproclamadas de la RPD y la RPL. Según el presidente ruso Putin, este reconocimiento se extendía a todas las regiones de Ucrania. Posteriormente, Putin ordenó el despliegue de un batallón de fuerzas militares rusas, incluidos tanques, en esas áreas.
Finalmente, el 24 de febrero de 2022, el mundo fue testigo de un acontecimiento trascendental. Putin ordenó un ataque militar masivo contra Ucrania. Respaldado por las poderosas Fuerzas Armadas rusas apostadas en la frontera ucraniana, este ataque fue una acción premeditada, aunque el gobierno ruso se abstiene de denominarlo “guerra”, refiriéndose a ello como una “operación militar especial”.