Los Estados Unidos serán los primeros en pronunciar una nueva palabra en la aviación militar, y Rusia es muy consciente de ello.
En un futuro próximo, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos alcanzará un nivel fundamentalmente nuevo, lo que le dará ventajas innegables sobre los pilotos rusos y chinos.
Los cazas F-22 y F-35 ya son tecnológicamente superiores a los Su-35 de Rusia y a los Flanker chinos. En cuanto a los Su-57 y J-20, es demasiado pronto para hablar de ellos, ya que estas máquinas aún no están listas.
Una verdadera revolución en la aviación militar será un grupo de aviones no tripulados que estarán subordinados a los pilotos. Mientras estos aparatos están en pruebas y caen periódicamente. Pero esto es inevitable en las pruebas de vuelo de los equipos experimentales.
El F-35 estará equipado con inteligencia artificial y, basado en los algoritmos, la computadora tomará el control de un ejército de drones. La palabra clave es autónomo. Un UAV no tiene que ser monitoreado constantemente desde el suelo, será una unidad de combate independiente.
Como dijo un experto en el campo de la aviación de combate Gregory Zacharias en una entrevista con Scout Warrior, un avión teledirigido puede hacer, por ejemplo, el papel de un camión con armas. Cuando el F-35 se quede sin cohetes, simplemente los tomará del UAV. Del mismo modo, el problema del reabastecimiento de combustible puede ser resuelto.
El sistema informático del Sistema de Información Logística Autónoma (ALIS) del F-35 ya implica un uso limitado de la inteligencia artificial. El ordenador proporciona estimaciones, sistematiza la información e incluso toma decisiones.
Por el momento, el cerebro humano es mucho más eficiente que la inteligencia artificial, pero poco a poco el ordenador será capaz de realizar tareas relativamente sencillas. Los aviones no tripulados estadounidenses ya han asumido el papel de “verdugos aéreos” y están matando a terroristas y políticos que no son del agrado de Washington. Basta recordar la liquidación del general iraní Soleimani, a causa de la cual la guerra casi comenzó.
El trabajo del UAV depende en gran medida de las capacidades de la constelación de satélites. Según C4isrnet, hasta 2026 Estados Unidos tiene previsto lanzar 1.000 satélites.
Lamentablemente, Rusia no puede presumir de una potente constelación de satélites. Además, de vez en cuando, las naves espaciales salen de la órbita o caen a la Tierra.
Según algunos medios de comunicación, Rusia alquila un canal de banda ancha para la gestión de activos clave. Y los aviones teledirigidos domésticos nunca han volado fuera de la zona de comunicación directa por radio. El vuelo del “Cazador” junto con el Su-57 parece efectivo, pero ¿cuándo funcionará de verdad? Aún no está claro.