Los submarinos rusos de la clase Akula, a pesar de aproximarse a sus cuatro décadas de servicio, continúan siendo una pieza clave en la estrategia naval de Rusia. Estos submarinos de ataque, propulsados nuclearmente y pertenecientes a la cuarta generación, emergieron en un contexto histórico donde la rivalidad submarina entre la Unión Soviética y Estados Unidos era intensa durante la Guerra Fría.
Los submarinos soviéticos, destacando por su velocidad y resistencia, tenían una desventaja significativa en cuanto a acústica, haciéndolos susceptibles ante sus contrapartes estadounidenses. Estados Unidos, consciente de esta debilidad, confiaba en que en un posible enfrentamiento marítimo, sus submarinos podrían detectar y desactivar a los soviéticos rápidamente debido a esta vulnerabilidad acústica.
Proyecto 971 “Schuka-B”: la respuesta soviética a la superioridad acústica de EE. UU.
Para contrarrestar esta debilidad, la Unión Soviética puso en marcha el Proyecto 971 “Schuka-B” en la década de 1980, cuyo objetivo era desarrollar una generación de SSN con capacidades acústicas avanzadas. Esta iniciativa se gestó en los primeros años de la década de 1970, siendo aprobada oficialmente por la URSS.
En la serie Akula, hay cuatro subclases de submarinos, que incluyen los siete Akula I originales comisionados entre 1984 y 1990, seis Akula mejorados en servicio entre 1991 y 2009, un Akula II comisionado en 1995 y un Akula III en 2001. Todos ellos fueron construidos por la Amur Shipbuilding Plant Joint Stock Company en Severodvinsk. Los nombres de estos imponentes submarinos incluyen el Akula, Ak Bar, Barnaul, Kashalot, Pantera, Volk, Bratsk, Leopard, Tigr, Magadan, Vepr, Kuzbass, Gepard, Kuguar, Rys, Samara, Nerpa e Iribis. De los 20 submarinos planeados en la clase Akula, algunos no llegaron a completarse.
Innovación y armamento en los submarinos de la clase Akula
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Con un desplazamiento aproximado de 8.000 toneladas, los Akula fueron diseñados con un doble casco de acero, una característica común en los diseños submarinos soviéticos contemporáneos. Además, varios de estos submarinos están equipados con sistemas hidrodinámicos avanzados para la detección de estelas, que son capaces de identificar variaciones en la salinidad y temperatura del agua.
Los interiores de los submarinos de la clase Akula se diseñaron con un enfoque en la minimización del ruido, implementando varias técnicas activas de cancelación de sonido. En términos de armamento, todos los Akula, con la excepción del Nerpa, están dotados con cuatro tubos lanzatorpedos de 544 mm, compatibles tanto con el misil RPK-2/RPK-6 como con torpedos del Tipo 53.
Con estos sistemas de armamento avanzados, los submarinos Akula no solo reflejan una evolución en términos de tecnología acústica, sino también en su potencial como herramientas de combate en profundidades oceánicas.
El Vepr: Un hito en la evolución submarina con una firma acústica sobresaliente
El submarino Vepr marca un punto de inflexión en la serie Akula II, siendo la primera variante mejorada que se ha completado. Este modelo se distingue por ser 3 metros más largo que sus predecesores y tener un desplazamiento adicional de unas 700 toneladas. La introducción del Vepr en la flota rusa fue un hito, ya que se convirtió en el primer submarino ruso con una firma acústica incluso más baja que los submarinos de la clase Los Ángeles, producidos en Estados Unidos.
Esta proeza acústica no es la única mejora en el Vepr, ya que también se equipó con un tubo lanzatorpedos externo adicional de 544 mm, ampliando aún más su capacidad armamentística. Sin embargo, a pesar de las impresionantes capacidades de los submarinos Akula II, las restricciones presupuestarias han limitado la capacidad de Moscú para seguir produciendo más unidades de esta variante.
El coste de construcción de cada submarino Akula II asciende a 2.400 millones de dólares aproximadamente, una suma prohibitiva, especialmente en el contexto de un conflicto prolongado como la guerra en Ucrania, que ya lleva más de dos años. Ante esta situación, la Armada rusa planea reemplazar los submarinos Akula restantes por los de la clase Yasen/Yasen-M, que están programados para entrar en servicio en los próximos años.