Antes de la invasión de Ucrania por parte de Moscú, los expertos de la industria y los analistas militares sospechaban en gran medida que las fuerzas rusas serían capaces de tomar la capital, Kiev, en cuestión de días. Técnicamente, el ejército ruso es más grande y poderoso que el ucraniano. En febrero, los efectivos ucranianos en activo sumaban algo menos de 200.000, mientras que los soldados rusos ascendían a 900.000. Equipadas con más vehículos blindados, varios aparatos aéreos y submarinos, las fuerzas rusas tenían teóricamente ventaja en su ataque inicial. Además, el Kremlin ha destinado muchos más recursos a sus programas de defensa a lo largo de los años. A pesar de estas ventajas, Moscú y su arsenal de armas han recibido importantes golpes a lo largo de los últimos seis meses de lucha. En concreto, los carros de combate rusos han demostrado ser un gran fracaso en los esfuerzos bélicos del Kremlin.
Los carros de combate de Moscú no han funcionado bien en Ucrania
Durante el inicio de la invasión a finales de febrero, las fuerzas rusas realizaron principalmente bombardeos ofensivos contra las tropas ucranianas utilizando carros de combate para llevar a cabo ataques con cohetes, artillería y misiles. Sin embargo, esta estrategia duró poco, ya que los carros de combate rusos tuvieron dificultades para sobrevivir en el conflicto.
A finales de julio, el Ministerio de Defensa británico confirmó que más de 900 tanques rusos habían sido destruidos o capturados. Esta cifra probablemente no ha hecho más que crecer. Aunque no se esperaba que las viejas flotas de carros de combate principales (T-72 y T-80) del Kremlin -que tienen su origen en un programa de la era soviética- fueran la columna vertebral de los cuerpos blindados rusos, estos vehículos han desempeñado un papel destacado en la invasión. La inclusión de estos modelos más antiguos en el conflicto ha hecho que muchos analistas se pregunten por qué el autoproclamado T-14 Armata MBT de gama alta de Rusia no ha aparecido todavía en Ucrania.
¿Qué es el T-14 Armata?
El concepto que impulsa el proyecto T-14 “Armata” comenzó en 2010, cuando las Fuerzas Armadas de Defensa rusas priorizaron el desarrollo de un MBT que fuera tecnológicamente superior a los anticuados modelos de la era soviética del país. En 2015, el director general del fabricante del T-14, Uralvagonzavod, anunció que el Kremlin esperaba adquirir aproximadamente 2.000 Armatas para 2020. Desde este anuncio, este número se ha reducido enormemente. Además, el T-14 aún no se ha desplegado. El diseño del Aramata, sin embargo, representa una gran diferencia con respecto a los otros MBT de Moscú.
El T-14 Armata presenta una serie de mejoras que, según Rusia, lo hacen especialmente resistente. El Armata lleva una tripulación de tres personas, situadas en el casco del tanque. Gracias a una serie de cámaras montadas alrededor del vehículo, la tripulación puede vigilar su entorno mientras mantiene la seguridad dentro del casco blindado. La torreta no tripulada del Armata, que integra un cañón principal de 125 mm 2A82-1M con control remoto y carga totalmente automatizada, es quizás el atributo más innovador del tanque. Aunque el uso de una torreta no tripulada es una característica única, no es más formidable que los MBT de su competencia.
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Como explica la revista Military Watch, “la torreta del T-14 no está bien blindada, lo que significa que no puede recibir impactos ni siquiera de los antiguos proyectiles APFSDS y sólo puede protegerse contra los cañones automáticos y los proyectiles más ligeros. No obstante, la torreta no es menos resistente que las de otros diseños de carros de combate, ya que la mayor parte de su tamaño está representada por una pantalla que reduce sus firmas térmicas y de radar y proporciona cierto grado de protección blindada, pero no contiene ningún mecanismo o sistema electrónico esencial. La parte de la torreta que contiene mecanismos es extremadamente pequeña, y desde la parte delantera representa menos de un tercio del tamaño de la torreta, de la que apenas se ve nada más que directamente detrás del manto del cañón”.
El T-14 Armata también presenta otros avances, como sensores avanzados, sistemas de control de fuego y comunicaciones.
¿Dónde está el T-14?
Aunque el Kremlin se ha jactado de que el T-14 aporta capacidades inigualables al campo de batalla, el tanque nunca se ha materializado. Aunque la producción de tanques rusos se ha visto ciertamente paralizada por las sanciones internacionales, el Armata ha sufrido múltiples retrasos y restricciones presupuestarias desde su creación. Este mes, el Kremlin ha intentado anunciar el Armata para su exportación. Sin embargo, parece poco probable que entidades extranjeras compren unos MBT muy costosos que nunca han sido desplegados operativamente. La falta de presencia del Armata en la invasión de Ucrania no augura nada bueno para Rusia.