TAICHUNG, Taiwán – Taiwán exhibió el martes su tecnología de aviones no tripulados de desarrollo propio, en medio de la creciente preocupación por las amenazas de China de utilizar la fuerza para hacer valer su derecho a la república insular autónoma.
El Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan, que desarrolla tecnología militar, ofreció una rara mirada al dron Chien Hsiang, diseñado para destruir radares enemigos, y a otros vehículos aéreos de combate no tripulados.
Una docena de estos drones de un solo uso, denominados oficialmente municiones de merodeo, se transportan en un camión. Lanzados con un cohete incorporado, son guiados por un motor de hélice antes de estrellarse contra sus objetivos.
Cualquier país que tenga “confianza en sí mismo” ideará estrategias y desarrollará tecnologías de defensa, dijo Chi Li-ping, director de la División de Investigación de Sistemas Aeronáuticos del instituto.
Los vehículos aéreos de combate no tripulados son “una tendencia futura”, dijo Chi. “Por eso estamos investigando al respecto y estableciendo algunas estrategias”.
El ejército de Taiwán comenzó a recibir el mes pasado el primero de los 100 helicópteros no tripulados encargados al instituto. Chi destacó su importancia para transmitir imágenes a los sistemas de mando y comunicación del ejército para su análisis y envío a las unidades de combate.
Taiwán también ha desarrollado el Teng Yun, que se asemeja al vehículo aéreo no tripulado estadounidense MQ-9 Reaper y puede permanecer en el aire hasta 24 horas.
Aunque Estados Unidos y otros países llevan mucho tiempo utilizando drones para atacar a presuntos terroristas y otros, han demostrado ser especialmente importantes en la guerra rusa contra Ucrania. Moscú ha importado drones de Irán, mientras que Kiev ha tenido éxito con los económicos vehículos aéreos no tripulados Bayraktar TB2 de Turquía, que llevan bombas ligeras guiadas por láser.
China, por su parte, ha avanzado en el desarrollo de sus propios aviones no tripulados, algunos de cuyos modelos se han exportado.
En agosto, China incrementó su amenaza militar contra Taiwán en respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla. Disparó misiles sobre la isla y realizó simulacros militares con fuego real en seis zonas autodeclaradas, en lo que parecía ser un ensayo para un posible bloqueo e invasión de la isla que, con toda seguridad, atraería al principal defensor de Taiwán, Estados Unidos, junto con aliados estadounidenses como Japón y Australia.