La dependencia de Rusia del tanque T-80, derivado del T-64 de la década de 1960, ha resultado ser un error costoso en la guerra con Ucrania. Aunque su diseño data de la Guerra Fría, el T-80 incluye un potente motor de turbina y un blindaje compuesto, características avanzadas para su época.
El tanque T-80 ha sido uno de los vehículos en los que Rusia ha confiado para intentar expandir su control sobre territorio ucraniano. En teoría, los tanques son efectivos para dominar las vastas llanuras de Europa del Este, lo que permite avanzar y tomar más terreno.
Sin embargo, la estrategia rusa de utilizar masivamente sus fuerzas de tanques no ha tenido éxito. Se han destruido miles de tanques, muchos de ellos modelos antiguos de la Guerra Fría, como el T-80, un vehículo blindado principal heredado de la era soviética que Rusia ha empleado en gran medida durante la guerra.
El T-80 fue una evolución del T-64, un tanque desarrollado en la década de 1960 que, en su momento, representaba lo último en tecnología militar. Con características como un blindaje compuesto, un cañón de ánima lisa con cargador automático y un motor compacto, el T-64 se destacó por su innovación. Con solo 38 toneladas, era ligero y rápido, pero manteniendo un blindaje fuerte gracias a los materiales compuestos.
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A pesar de estas ventajas, el T-64 presentaba desventajas significativas: era caro y complejo, lo que limitaba su producción en masa. Para satisfacer la demanda de tanques, los soviéticos produjeron modelos más simples y económicos como el T-72. Otro problema importante del T-64 era su motor, el diésel 5TD, conocido por su baja fiabilidad.
Con el tiempo, los soviéticos buscaron mejorar el T-64, enfocándose en su problemático motor 5TD. Se reemplazó este motor por uno de turbina multicombustible, el GTD-1000T, que ofrecía 1000 caballos de fuerza. Esta versión del T-64, conocida como “Object 219”, se saldó con un tanque con mejor rendimiento, aunque el aumento de peso requirió rediseñar la suspensión. El modelo resultante, con motor GTD y una suspensión mejorada, se denominó “Object 219-2”.
El “Object 219-2”, aunque tenía una mayor movilidad gracias a su nueva relación potencia-peso, presentaba un consumo de combustible extremadamente alto. A pesar de las controversias, el “Object 219-2” fue aprobado para producción masiva y renombrado como T-80.
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El T-80, gracias a sus mejoras en motor y suspensión, se convirtió en el tanque más móvil del ejército soviético, pero su elevado consumo de combustible limitaba considerablemente su alcance.
Antes de la disolución de la Unión Soviética, se produjeron 4.839 tanques T-80. Actualmente, Rusia posee la mayoría de estos, pero Ucrania también heredó una parte significativa. Aunque el T-80 no fue ampliamente utilizado durante décadas, la guerra entre Rusia y Ucrania ha reavivado su uso, convirtiéndose en un elemento central en la contienda de tanques de ambos bandos.
Desde el inicio de la guerra, Rusia ha perdido cientos de tanques T-80. Las dificultades para mantener estos vehículos en el campo de batalla son evidentes. Según un informe de NBC de diciembre pasado, “Rusia también ha sufrido enormes pérdidas de equipamiento”, con 2.200 tanques destruidos de una fuerza inicial de 2.500 y un tercio de sus vehículos blindados fuera de combate.
la guerra en Ucrania se ha convertido en la batalla más intensa en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. La naturaleza moderna y portátil de las defensas utilizadas en este enfrentamiento pone en evidencia las dificultades que enfrenta un tanque diseñado en la década de 1970 para sobrevivir en un entorno bélico contemporáneo.