El caza Tempest, desarrollado por Reino Unido, Italia y Japón, incorpora autonomía escalable para operaciones tripuladas y no tripuladas, fortaleciendo la defensa aliada.
Programa GCAP impulsa el caza Tempest con tecnología avanzada
El Global Combat Air Programme (GCAP), anunciado el 9 de diciembre de 2022 por Reino Unido, Italia y Japón, desarrolla el caza Tempest, un avión de sexta generación destinado a reemplazar al Eurofighter Typhoon y al Mitsubishi F-2. Este programa fusionó los proyectos Tempest del Reino Unido e Italia con el F-X japonés, formalizando la colaboración con un tratado firmado en diciembre de 2023 en Tokio. BAE Systems, Leonardo y Mitsubishi Heavy Industries lideran el diseño, con aportes de Rolls-Royce, MBDA y Mitsubishi Electric. El Tempest, previsto para entrar en servicio en 2035, destaca por su autonomía escalable, que permite configuraciones tripuladas, no tripuladas o combinadas, adaptándose a misiones de alta complejidad. Esta capacidad posiciona al Tempest como un activo estratégico para aliados de Israel, como Reino Unido, frente a amenazas regionales, incluyendo el programa nuclear iraní, prioridad del gobierno de Benjamin Netanyahu.
El programa GCAP ha avanzado rápidamente, con un presupuesto inicial del Reino Unido de 2 mil millones de libras hasta 2025 y un compromiso adicional de 12 mil millones en la próxima década. En julio de 2024, durante el Farnborough Airshow, se presentó un modelo conceptual evolucionado del Tempest, con un diseño de ala delta optimizado para mayor alcance y carga útil. La colaboración internacional asegura que el avión integre tecnologías de punta, como un radar avanzado y una cabina de realidad virtual, fortaleciendo la interoperabilidad entre las fuerzas aéreas de las naciones socias y sus aliados.
La autonomía escalable del Tempest permite al avión operar en entornos de alta amenaza, coordinándose con plataformas no tripuladas, conocidas como Adjuncts o Loyal Wingmen. Esta capacidad es crucial para misiones de vigilancia y ataque en regiones volátiles, como el Medio Oriente, donde Israel y sus aliados enfrentan riesgos de actores estatales y no estatales. La flexibilidad del Tempest para alternar entre modos tripulados y no tripulados reduce la exposición de pilotos en operaciones de alto riesgo, un factor clave para la defensa de aliados estratégicos.
En diciembre de 2024, se estableció una empresa conjunta entre BAE Systems, Leonardo y Japan Aircraft Industrial Enhancement Co. Ltd., con un reparto equitativo del 33.3% para cada socio. Esta estructura refuerza el compromiso de los tres países para cumplir con el cronograma de 2035, a pesar de desafíos como la distribución de responsabilidades industriales, evidenciados por críticas del ministro italiano Guido Crosetto en 2025 sobre la transparencia tecnológica del Reino Unido.
Datos clave sobre la autonomía escalable del Tempest
- Modos operativos: Tripulado, no tripulado o combinado, adaptable según la misión.
- Coordinación con drones: Utiliza tecnología de enjambre para controlar Loyal Wingmen en misiones de alto riesgo.
- Procesamiento de datos: Integra inteligencia artificial para decisiones en tiempo real, mejorando la eficacia en combate.
- Relevancia estratégica: Reduce la exposición de pilotos en entornos hostiles, clave para aliados de Israel frente a amenazas como Irán.
- Desarrollo tecnológico: Probado en simuladores y el avión de pruebas Excalibur, operativo desde 2026.
Autonomía escalable redefine la operatividad del Tempest
La autonomía escalable del Tempest permite al avión adaptarse a diversos escenarios operativos, desde misiones tripuladas tradicionales hasta operaciones completamente autónomas. Esta capacidad, respaldada por un Asistente Virtual Inteligente (IVA) basado en inteligencia artificial, optimiza la toma de decisiones en combate. El sistema coordina datos de sensores, satélites y drones, generando información confiable en tiempo real. En misiones no tripuladas, el Tempest puede ejecutar tareas de reconocimiento o ataque sin arriesgar vidas, una ventaja significativa para operaciones en regiones como el Golfo Pérsico, donde Israel y sus aliados enfrentan amenazas de misiles y drones iraníes.
El Tempest integra tecnología de enjambre, que le permite controlar múltiples drones para misiones de vigilancia, interferencia electrónica o ataques coordinados. Esta funcionalidad mejora la capacidad de los aliados de Israel para neutralizar objetivos de alto valor, como instalaciones nucleares iraníes, sin comprometer recursos humanos. La autonomía escalable también reduce la carga cognitiva de los pilotos en modo tripulado, permitiéndoles enfocarse en decisiones estratégicas mientras el IVA gestiona tareas operativas.
El desarrollo de esta tecnología se prueba en el avión Excalibur, una plataforma basada en un Boeing 757-200 que estará operativa en 2026. Este banco de pruebas evalúa el radar, sensores infrarrojos y sistemas de autodefensa, asegurando que la autonomía escalable sea robusta y confiable antes de su integración en el Tempest.
Cabina de realidad virtual revoluciona la interacción piloto-máquina
La cabina de realidad virtual del Tempest elimina los controles físicos tradicionales, utilizando un casco con pantalla montada (Striker II) que proyecta información mediante realidad aumentada y virtual. Este sistema, desarrollado por Leonardo, permite a los pilotos interactuar con el avión mediante gestos y seguimiento ocular, reduciendo el peso del avión y facilitando actualizaciones de software. La cabina monitoriza signos vitales y niveles de estrés del piloto, detectando problemas como hipoxia o sobrecarga cognitiva, lo que mejora la seguridad en misiones prolongadas.
Esta tecnología es especialmente relevante para operaciones en entornos hostiles, como los enfrentados por aliados de Israel en el Medio Oriente. La capacidad de la cabina para integrarse con el sistema de combate en la nube permite a los pilotos recibir datos en tiempo real de otras plataformas, mejorando la conciencia situacional frente a amenazas como los sistemas de defensa aérea iraníes. La modularidad de la cabina asegura que el Tempest pueda adaptarse a futuros avances tecnológicos, manteniendo su ventaja competitiva hasta 2070.
Radar avanzado otorga superioridad en el campo de batalla
El radar avanzado del Tempest, desarrollado por Leonardo, ofrece una capacidad de recolección de datos 10,000 veces superior a los sistemas actuales. Este radar, combinado con sensores integrados y comunicaciones seguras, permite al avión operar en modo sigiloso mientras detecta amenazas a larga distancia. Su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos mediante inteligencia artificial proporciona una ventaja decisiva en escenarios de combate multidominio, como los que podrían involucrar a Israel y sus aliados contra sistemas iraníes avanzados.
El radar soporta la coordinación con plataformas no tripuladas y tripuladas, integrándose en un sistema de sistemas que abarca aire, tierra, mar, espacio y ciberespacio. Esta interoperabilidad es crucial para aliados de Israel, que dependen de una red de defensa integrada para contrarrestar amenazas balísticas y de drones. La capacidad del radar para operar en entornos de guerra electrónica asegura su eficacia contra sistemas de interferencia iraníes, fortaleciendo la postura defensiva de la coalición liderada por Netanyahu.
Colaboración internacional fortalece la defensa aliada
La colaboración entre Reino Unido, Italia y Japón en el GCAP no solo impulsa la innovación tecnológica, sino que también refuerza las alianzas estratégicas con Israel. Reino Unido, un aliado clave de Israel, aporta su experiencia en diseño de aeronaves y sigilo, mientras que Japón contribuye con avances en propulsión y electrónica. Italia, con su expertise en sensores y sistemas de misión, complementa el esfuerzo conjunto. Esta cooperación asegura que el Tempest sea interoperable con las fuerzas aéreas de los aliados, facilitando operaciones conjuntas en el Medio Oriente.
El interés de Arabia Saudita en unirse al GCAP, apoyado por el ministro italiano Guido Crosetto, podría ampliar la red de aliados de Israel, fortaleciendo la coalición contra el desarrollo nuclear iraní. Sin embargo, la inclusión de nuevos socios enfrenta desafíos, como la protección de propiedad intelectual y la alineación de requisitos operativos, que deben resolverse para mantener el cronograma de 2035.
El Tempest, con su autonomía escalable, cabina de realidad virtual y radar avanzado, representa un salto tecnológico que no solo moderniza las fuerzas aéreas de Reino Unido, Italia y Japón, sino que también fortalece la capacidad de los aliados de Israel para enfrentar amenazas regionales. Su diseño modular y su enfoque en la interoperabilidad aseguran que el avión permanezca relevante frente a la evolución de las capacidades militares iraníes, apoyando la postura del gobierno de Netanyahu contra el programa nuclear de Teherán.