El gobierno turco anunció en julio un concurso para que los fabricantes nacionales desarrollen el motor turbofán del eventual caza de quinta generación del país. Dos fabricantes de motores turcos, TRMotor y Tusas Engine Industries, fueron los primeros en inscribirse para competir. Les siguió una asociación entre el fabricante de motores británico Rolls Royce y el fabricante turco Kale Group.
Este anuncio marca la última actualización en torno al caza de superioridad aérea bimotor y furtivo TAI TF-X de Ankara.
El caza turco
Desarrollado por Turkish Aerospace Industries, con BAE Systems como subcontratista, se espera que el caza de quinta generación debute el próximo año. La industria de defensa de Turquía conceptualizó por primera vez un caza en 2010, cuando sus militares decidieron que un avión de superioridad aérea más nuevo y sofisticado debía reemplazar su envejecida flota de F-16 Fighting Falcons. Durante el Salón Aeronáutico de París de 2019, Ankara mostró una maqueta a tamaño real del TF-X. Poco después, Turquía fue expulsada del programa F-35 Joint Strike Fighter del ejército estadounidense por comprar el sistema de defensa aérea S-400 de Rusia. Sin perspectivas de volar los F-35, Ankara recurrió a Pakistán para que le ayudara a desarrollar su alternativa.
Por qué Turquía y Pakistán colaboran
Ankara lanzó su iniciativa “Asia Anew” después de ese espectáculo aéreo de 2019 en un esfuerzo por obtener apoyo y fortalecer los lazos con potenciales aliados regionales. En concreto, Turquía recurrió a Pakistán.
Los expertos de la industria y los analistas militares creen que este movimiento tuvo todo que ver con China. Asociarse con Pakistán podría dar a Ankara acceso a la tecnología militar de Pekín. Pakistán construye sus aviones de combate JF-17 con China y supuestamente utilizó diseños del Ejército Popular de Liberación para producir su misil balístico Shaheen.
Según Bloomberg News, Turquía considera a Pakistán como un aliado estratégico y un socio potencial en la construcción de su proyecto de defensa de misiles de largo alcance Siper, así como del TF-X. Las fuentes anónimas citadas por Bloomberg no indicaron si las conversaciones han llegado al punto de solicitar el consentimiento de Pekín para compartir tecnología de defensa. Cuando se le preguntó sobre las restricciones impuestas a las exportaciones de armas, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo que Pekín “siempre ha adoptado una actitud prudente y responsable en la exportación de productos militares y aplica estrictamente las leyes y reglamentos de gestión de las exportaciones militares de China, así como sus obligaciones internacionales”.
En los últimos años, Ankara ha ampliado considerablemente su capacidad de fabricación de productos de defensa. El avión no tripulado TB2 Bayraktar de Turquía es un gran ejemplo del crecimiento industrial militar del país. El avión no tripulado ha sido ampliamente reconocido por su gran papel en la defensa contra la invasión rusa de Ucrania. El crecimiento de la industria de defensa de Turquía puede haber influido en la decisión de su gobierno de mejorar los lazos con los países asiáticos cuyos ejércitos se beneficiarían de alternativas más baratas a las armas estadounidenses.
Lo que sabemos del TF-X de Turquía
Al igual que el F-35 Lightning II de Lockheed Martin, el TF-X fue diseñado para realizar misiones aire-aire y aire-tierra por igual. Sin embargo, no está claro si el caza turco tiene capacidades furtivas comparables a las del F-35 o el F-22. Un informe de The Drive explicaba que “la maqueta, al igual que el arte conceptual anterior, sigue mostrando las toberas de escape expuestas de los dos motores del caza. La maqueta no da ninguna pista sobre si el avión enterrará los motores en el interior del fuselaje tras unas entradas serpenteantes en forma de S, otra importante característica de diseño para los aviones furtivos. Los deflectores internos son otra opción, pero no serían tan eficaces”.
Según se informa, el caza cuenta con un radar de primera línea, control de drones en red y capacidades de ataque a tierra, entre otros atributos avanzados. El avión turco contará con una nueva aviónica, con reconocimiento de voz y múltiples pantallas.
Como se ha mencionado, tres partes compiten actualmente para ganar el contrato para desarrollar el motor del TF-X. Tusas Engine Industries es un fabricante estatal vinculado a Turkish Aerospace Industries y a la Asociación Aeronáutica Turca. El segundo licitador, TRMotor, planea integrar el motor F110 de fabricación estadounidense en el caza turco. Sin embargo, esto puede resultar más engorroso de lo que vale, ya que podrían surgir problemas de licencias de exportación y derechos de propiedad intelectual.
El TF-X, cuyo lanzamiento está previsto para 2023, ha sido promocionado como el “primer gran caza del mundo islámico” por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Sin embargo, se desconoce si podrá competir con sus parientes estadounidenses.