En una reciente demostración de destreza marítima, las tripulaciones de la corbeta Soversheniiy y de los buques antisubmarinos Metel y Koreets, pertenecientes a la Flota del Pacífico, ejecutaron un complejo ejercicio en aguas del Mar del Japón. El objetivo de esta maniobra era localizar, rastrear y neutralizar un objetivo submarino ficticio, simulando un escenario de amenaza submarina.
Operando en una zona designada como posible ubicación de un submarino hostil imaginario, los buques emprendieron una búsqueda coordinada para detectar la presencia de cualquier entidad submarina. Al interceptar una señal acústica, los especialistas en guerra antisubmarina desplegaron un ejercicio táctico, enfrentándose a un submarino adversario imaginario que intentaba eludir el cerco.
La actuación estelar del submarino diesel-eléctrico Volkhov, que asumió el papel del adversario durante el ejercicio. Antes de comenzar las maniobras antisubmarinas, destacó por la exitosa ejecución de un lanzamiento de prueba del sistema de misiles Kalibr-PL, demostrando la eficacia del entrenamiento de combate previsto y la consecución de los objetivos fijados.
Pruebas de pericia naval: Ejercicios Estratégicos de Flota
La intensidad de estos ejercicios no se limita únicamente al Mar de Japón, sino que se extiende a otras zonas, como el campo de entrenamiento marítimo de la Flota del Báltico. Aquí, una unidad especializada en operaciones de búsqueda y captura marítima se prepara intensamente para identificar y eliminar objetivos submarinos simulados.
Compuesta por unidades antisubmarinas como el Urengoy, el Zelenodolsk y el Kazanets, procedentes de la base naval de Leningrado, la Flota del Báltico está inmersa en un riguroso entrenamiento que abarca la localización y aniquilación de amenazas submarinas utilizando un arsenal antisubmarino diversificado. Este reto, sin embargo, es solo una fracción de sus múltiples tareas.
Además, las tripulaciones se entrenan en el sembrado de minas, el manejo de sistemas de artillería terrestre y aérea, y la ejecución de maniobras tácticas conjuntas, siguiendo un detallado plan de entrenamiento que refleja el compromiso y la precisión de la Flota del Báltico en escenarios de combate.
Un ejercicio destacado fue el realizado por la tripulación del lanzamisiles Grad, que simuló operaciones de fuego de artillería contra objetivos marítimos y realizó contramedidas contra ataques aéreos simulados. Utilizando sistemas de artillería naval A-190 y AK-630M2, pudieron alcanzar objetivos aéreos simulados y pequeñas embarcaciones que representaban fuerzas enemigas no tripuladas. Un objetivo designado como buque de guerra adversario fue neutralizado con éxito, junto con una mina simulada identificada por sonar.
Durante estos ejercicios, es crucial mencionar el estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad, garantizando que la coordinación entre los buques de superficie y las unidades auxiliares de la Flota del Báltico se mantuviera sin incidentes, evidenciando una alta preparación y profesionalidad en el campo del combate naval.
La Flota del Báltico amplía sus capacidades con maniobras submarinas
Aportando más contexto sobre las capacidades operativas navales, el buque lanzamisiles Grad, identificado como el décimo de la serie de proyectos Buyan-M, ha sido un pilar de eficacia en múltiples teatros de operaciones, destacando su participación en acciones militares en Siria. Integrado en la flota de misileros y patrulleros de la Base Naval del Báltico en diciembre del año anterior, el MRK “Grad” ha reforzado significativamente el arsenal naval en la región.
En cuanto a las maniobras de entrenamiento, la Flota del Báltico ha incorporado la dimensión submarina con la participación del submarino Mozhaisk. Este sumergible emprendió una expedición a profundidades considerables en la zona de adiestramiento marítimo de la Flota del Báltico, alcanzando una profundidad máxima de 190 metros. Durante esta inmersión, se llevó a cabo una revisión exhaustiva de los sistemas y mecanismos del submarino, y la tripulación perfeccionó sus habilidades en el manejo del submarino en condiciones extremas, incluyendo técnicas avanzadas de emersión.
Concluida la fase subacuática del ejercicio, el Mozhaisk continuó con el resto de actividades estipuladas en el régimen de adiestramiento de combate de la flota. Esta serie de ejercicios submarinos no solo demuestra la destreza y preparación de las tripulaciones participantes, sino también la capacidad de la Flota del Báltico para llevar a cabo operaciones complejas, tanto en superficie como en profundidad.
Para estas maniobras se contó con el apoyo no solo de submarinos como el Dmitrov, que ya había realizado inmersiones a distintas profundidades, sino también de varios buques antisubmarinos y unidades de apoyo de la base naval del Báltico. Esta colaboración interarmas subraya la importancia de un enfoque integrado y polifacético del adiestramiento naval, que garantice que la Flota del Báltico mantiene una postura de preparación y versatilidad ante cualquier desafío.