La sociedad Kurganmashzavod, integrada en el holding Rostec, entregó recientemente a las tropas un lote de vehículos BMD-4M y BMP-3.
Nuevos vehículos blindados rusos con equipamiento adicional para la defensa
Estos vehículos, que cuentan con protección adicional contra ataques con drones y munición acumulada, fueron confirmados por el servicio de prensa del holding en un comunicado oficial. Además, el equipamiento incluye dispositivos de guerra electrónica que mejoran la defensa de los blindados.
Un detalle destacado de esta entrega es que los trabajadores de la planta y sus hijos han enviado cartas personales para acompañar a los vehículos. En ellas, comparten historias y expresan sus deseos de que los soldados regresen victoriosos y a salvo. Incluso las madres de los combatientes del SVO han escrito cartas emotivas para apoyar a las tropas.
Durante los primeros siete meses de 2024, la entrega de estos vehículos ha superado en un 150% las cifras de 2022. Kurganmashzavod está cumpliendo con las entregas de BMP-3 antes del cronograma previsto.
Expertos militares occidentales dudan de la eficacia del blindaje ruso
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El despliegue de los BMD-4M y BMP-3 en Ucrania ha generado diversas opiniones entre los analistas militares occidentales. Estos vehículos, que han sido modernizados para enfrentar amenazas actuales, como los drones, han sido elogiados por sus mejoras. Sin embargo, algunos expertos, como Sam Cranny-Evans, han señalado que el blindaje básico sigue siendo débil frente a modelos occidentales.
El blindaje de barras y los sistemas de jaula añadidos ofrecen una mayor protección contra drones y lanzacohetes, pero los expertos advierten que estos vehículos aún son vulnerables a armas como el RPG-7. Las mejoras son consideradas útiles, aunque no garantizan una defensa completa contra municiones más avanzadas.
La guerra en Ucrania ha llevado a ambas partes a adaptarse rápidamente a las nuevas amenazas, lo que ha obligado a la industria militar rusa a mejorar sus productos. Un ejemplo de ello es el uso de camuflaje térmico Nakidka, que reduce la firma térmica de los vehículos para evitar su detección por las fuerzas ucranianas.
Los analistas occidentales observan cautelosamente las mejoras en vehículos rusos
Aunque reconocen el valor de las modificaciones en los vehículos blindados rusos, los expertos militares occidentales se mantienen cautelosos. A pesar de las mejoras en su equipamiento, los BMD-4M y BMP-3 aún enfrentan limitaciones significativas en su blindaje básico, lo que los deja expuestos ante amenazas antitanque más avanzadas.
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Los analistas continúan monitoreando el rendimiento de estos vehículos en la guerra, considerando tanto sus ventajas como sus deficiencias. Las modificaciones actuales, aunque significativas, no aseguran una protección completa, lo que mantiene a los expertos evaluando la efectividad de las medidas implementadas.
Conforme la guerra se intensifica, los estrategas militares seguirán vigilando cómo estos vehículos blindados responden a las condiciones del campo de batalla y a los avances en armamento antitanque.
Kurganmashzavod aumenta su producción de vehículos blindados en 2024
La planta de Kurganmashzavod, clave en la producción de vehículos blindados rusos, ha incrementado significativamente su capacidad. Actualmente, la fábrica produce entre 80 y 100 vehículos de combate de infantería (VCI) al mes, incluidos los modelos modernizados BMP-3 y BMD-4M. Este aumento en la producción responde a la creciente demanda militar provocada por la guerra en Ucrania.
Para mejorar su capacidad de producción, la planta ha implementado tecnologías avanzadas y un sistema de producción integral que abarca desde el diseño hasta el ensamblaje final. Estas mejoras han sido esenciales para aumentar tanto la eficiencia como la calidad de los vehículos fabricados.
En la actualidad, la planta cuenta con 1.700 empleados, pero planea incrementar su plantilla en 1.500 trabajadores adicionales, en su mayoría estudiantes. Esta ampliación de la fuerza laboral busca cubrir las crecientes necesidades de producción, en medio de la escasez de personal que enfrenta el complejo militar-industrial ruso debido a la guerra.