Ucrania adapta Cessnas como drones y ataca instalación de drones en Rusia, destacando vulnerabilidades en defensas aéreas rusas.
En una avanzada operación de su estrategia con vehículos aéreos no tripulados (UAV) dirigida contra sectores clave dentro del territorio ruso, Ucrania ha innovado en la adaptación de aeronaves de ala fija de pequeño tamaño, similares a los modelos Cessna, equipándolos con sistemas de control a distancia, cargándolos de explosivos, y pilotando al menos uno de estos más de 600 millas para lanzar un ataque sobre una instalación industrial en Yelábuga, ubicada a 550 millas al este de Moscú.
De manera irónica, la instalación atacada en Rusia se dedica a la producción de drones, objeto del ataque ucraniano.
Testigos en el terreno capturaron el dramático momento en que la pequeña aeronave se precipitaba contra las instalaciones del vasto complejo industrial de la Zona Económica Especial de Alabuga, lugar donde se ensamblan los UAV Shahed, de diseño iraní, que, al igual que el modificado Cessna ucraniano, tienen capacidad para cubrir distancias de hasta 600 millas portando cargas explosivas.
La impresionante explosión resultante, ya sea impactando en la fábrica de Alabuga o en una residencia cercana para empleados, evidencia el considerable tamaño de la carga explosiva a bordo del dron casero. Un modelo Cessna 172, por ejemplo, puede llevar una carga útil de media tonelada hasta una distancia de 700 millas.
Innovación en Tácticas de Drones Revela Capacidades Extendidas
The moment of a drone attack in Russia’s Alabuga pic.twitter.com/E4dVXRhjb6
— Giorgi Revishvili (@revishvilig) April 2, 2024
Los ingenieros ucranianos han logrado el desarrollo de no menos de 16 variantes de UAV de ataque de largo alcance, operando bajo la presunción de control vía satélite y navegación GPS. Durante este año, las fuerzas ucranianas han desplegado decenas de estos drones en misiones suicidas, extendiéndose cientos de millas dentro del territorio ruso, apuntando a instalaciones como refinerías de petróleo y, ahora, centros de producción de drones.
Las recientes incursiones en las refinerías han conseguido una disminución de más del 10% en la capacidad de producción de gasolina rusa. Los ataques sobre instalaciones como la de Alabuga podrían significar un impacto en la fabricación de los avanzados drones Shahed de largo alcance de Rusia, aunque esto dependerá de la capacidad de Ucrania para mantener la intensidad de su campaña ofensiva.
La transformación de aviones ligeros en UAV por parte de Ucrania no debe tomarse a la ligera. En 2019, el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE. UU. colaboró con DZYNE Technologies, de Virginia, para adaptar un Cessna 206 para operaciones no tripuladas.
“Aprovechando UAV Modificados para Operaciones de Bajo Costo y Alta Eficiencia” revela Alok Das, un destacado científico de AFRL, enfatizando las ventajas de este enfoque que incluyen costos reducidos, simplicidad operativa y fiabilidad. Además, la naturaleza discreta de estos drones no se debe a avanzadas tecnologías de camuflaje, sino a su apariencia inofensiva e indetectable.
Audaz Ataque a Alabuga Subraya Vulnerabilidades en Defensas Rusas
Es imposible olvidar el episodio de 1987, cuando un joven de Alemania Occidental, maniobrando un Cessna 172, logró un vuelo sin precedentes hacia Moscú, culminando su jornada con un aterrizaje en la mismísima Plaza Roja. Interceptado brevemente por cazas soviéticos, el Cessna fue inesperadamente catalogado como “amigo” por al menos un operador de radar terrestre, lo que llevó a que se le perdiera de vista y se le permitiera continuar su trayectoria.
Este precedente histórico cobra nueva relevancia en el contexto del reciente ataque contra la instalación de Alabuga, un evento que sin duda debería inquietar a la alta comandancia militar rusa.
La efectividad de las defensas aéreas rusas está en tela de juicio, tanto en el frente como en la protección de infraestructuras críticas urbanas e industriales. El general retirado del ejército estadounidense, Mark Hertling, pone de relieve una realidad táctica: la imposibilidad de garantizar una defensa aérea omnipresente.
En contraste con la estrategia de descentralización aplicada por Ucrania en su industria de drones, que complica cualquier intento de neutralización mediante ataques aéreos, Rusia presenta un escenario opuesto. Su sector de vehículos aéreos no tripulados depende en gran medida de una estructura centralizada, con una corporación estatal liderando la producción de la mayoría de los drones explosivos de visión frontal del país.
Esta diferencia estratégica subraya una vulnerabilidad crítica dentro de la infraestructura militar rusa. Los ataques continuados y focalizados por parte de Ucrania contra un conjunto limitado de objetivos clave podrían eventualmente asfixiar la capacidad productiva de drones rusos, otorgando a Ucrania una ventaja decisiva.
Esta situación se revela especialmente crítica a medida que la guerra entre Rusia y Ucrania se encamina hacia su tercer año, subrayando la importancia de la superioridad aérea y la efectividad de las estrategias de ataque no tripulado en el teatro moderno de operaciones militares.