Un vídeo compartido por la 406ª Brigada de Artillería de Ucrania esta semana ofreció una visión de la contraofensiva que tiene lugar en la región de Kherson, mostrando la inmensa destrucción causada por el fuego de artillería corregido por drones dirigido a las bases militares rusas.
En el clip, que fue compartido por varias cuentas destacadas de seguimiento de la guerra en inglés, varias escenas muestran equipos militares rusos siendo destruidos por el fuego ucraniano. Gran parte de las imágenes parecen haber sido grabadas por vehículos aéreos no tripulados (UAV) con palas giratorias.
“En Arkhanhelske, #Kherson Oblast, el fuego de artillería de 155 mm dirigido por drones de un obús M777 fue utilizado por la 406ª brigada de artillería ucraniana para destruir un BMP-2 IFV ruso, al menos un camión de transporte y municiones”, escribe Ukraine Weapons Tracker en un post.
Las imágenes muestran un depósito de municiones ruso alcanzado por el fuego de la artillería en la región, un golpe demoledor para el ejército ruso en un momento en que sus tropas necesitan toda la munición que puedan conseguir.
Los usuarios de Twitter también compartieron la ubicación exacta del ataque, confirmando que entre los objetivos recientes de los militares ucranianos se encontraba una cantera situada en Arkhanhelske, en el óblast de Kherson. Al parecer, los militares rusos han estado utilizando la cantera para almacenar armas, municiones y vehículos.
Sin embargo, no es la primera vez que el mismo depósito ha sido blanco de los militares ucranianos. Un vídeo compartido en junio y julio mostraba cómo el depósito era alcanzado por el fuego de artillería de la 17ª Brigada de Tanques.
¿Qué hace el fuego de artillería con drones en Ucrania?
Los drones han sido una parte vital de la defensa de Ucrania durante la invasión rusa, no sólo ayudando en el reconocimiento y lanzando ataques con drones sobre las posiciones enemigas, sino también ayudando a mejorar la precisión de los ataques de artillería.
Cada vez que se dispara un proyectil de artillería contra un objetivo, existe un “error circular probable” o CEP que se mide en decenas de metros. Es dentro de este espacio circular donde caerá el proyectil de artillería, lo que crea la posibilidad de que el ataque no alcance el objetivo previsto.
Con un arma de 155 mm, que se utilizó en el clip compartido esta semana, eso significa que la artillería aterrizaría dentro de un espacio de 25 metros cuando se dispara a una distancia de 15 millas. Un fuego dirigido con drones permite a los artilleros mejorar su precisión lanzando primero una ronda inicial y luego utilizando drones equipados con cámaras para ver dónde cayó la primera ronda.
Esta información permite a los pistoleros lanzar más disparos y ajustar ligeramente su puntería, asegurándose de que la segunda, tercera o cuarta ronda impacte en el objetivo previsto.