Por primera vez, las fuerzas armadas de Ucrania han experimentado la pérdida de un tanque M-1 Abrams de manufactura estadounidense en el campo de batalla.
Se difundió en la red un material capturado por un dron ruso el lunes, revelando la persecución y posterior ataque a uno de estos colosos de 69 toneladas, vinculado a la 47ª Brigada Mecanizada ucraniana, en la región occidental de Avdiivka, en el este de Ucrania. Una secuencia adicional evidencia el vehículo envuelto en llamas, presumiblemente consecuencia de este ataque aéreo o de un incidente similar.
Este acontecimiento era previsible. A dos años del conflicto iniciado por Rusia contra Ucrania, los drones armados —empleando configuraciones tanto de aeronaves como de cuadricópteros equipados con cámaras FPV (visión en primera persona)— se han convertido en una amenaza significativa para los vehículos blindados de ambas facciones. Estos dispositivos aéreos no tripulados tienen la capacidad de golpear los puntos más vulnerables de los vehículos, es decir, sus partes superiores.
Los 31 tanques Abrams prometidos por Estados Unidos a Ucrania se integraron a las fuerzas de este último durante el otoño, reforzando su capacidad ofensiva. Imágenes distribuidas por el Ministerio de Defensa ucraniano el viernes pasado ilustran estos tanques, indiscutiblemente los más avanzados en su arsenal, en movimiento por las vías cercanas a Stepove, al norte de las devastadas áreas de Avdiivka, enfrentándose a las unidades rusas en operaciones nocturnas.
El impacto del M-1 Abrams en Ucrania
El ejército ucraniano ha recibido la variante M-1A1 Situational Awareness del tanque Abrams, una versión avanzada de la década de 2000 equipada con blindaje de tungsteno, además de contar con bloques de blindaje reactivo M-19 en sus flancos, un potente cañón de ánima lisa de 120 milímetros y sistemas ópticos de alta resolución para operaciones diurnas y nocturnas.
La distribución de los M-1 al frente de batalla no fue inmediata. La 47ª Brigada, la unidad principal equipada con los más sofisticados vehículos blindados estadounidenses de Ucrania, incluyendo los vehículos de combate M-2 y los cazaminas Assault Breacher, fue designada como la principal beneficiaria de los M-1, contando con suficientes unidades para formar un batallón completo.
Sin embargo, la integración de los M-1 en la brigada requirió de un proceso de sustitución de equipamiento previo. La 47ª Brigada intercambió sus tanques M-55S eslovenos y Leopard 2A6 alemanes por los Abrams, que se desplegaron justo cuando las fuerzas ucranianas en Avdiivka, que enfrentaban un severo déficit de munición, comenzaron una retirada hacia el oeste hace dos semanas, luego de una intensa confrontación de cuatro meses contra una fuerza rusa considerablemente superior.
Poco tiempo después, el batallón experimentó la pérdida de uno de sus tanques, un hecho confirmado por la grabación de un dron ruso. Este material visual evidenció lo que muchos anticipaban con preocupación: un dron impactó el tanque en su parte más vulnerable, el techo, provocando un incendio que presumiblemente resultó en la destrucción total del vehículo. Queda incierto si la tripulación de cuatro miembros logró sobrevivir al ataque.
Resiliencia ante la adversidad: La fortaleza blindada de Ucrania
Ante la pérdida sufrida por la 47ª Brigada, es esencial poner las cosas en perspectiva. Aunque este batallón haya visto caer uno de sus M-1 Abrams, aún le restan 30 unidades en su arsenal. Además, el ejército de Ucrania, a pesar de las adversidades y la pérdida de 700 tanques en dos años de conflicto, mantiene una flota de 2.000 tanques, equiparando e incluso superando su capacidad previa al inicio de las hostilidades en febrero de 2022. Esta notable recuperación se debe en gran medida a las donaciones internacionales y la captura de tanques rusos, compensando así las bajas sufridas en combate.
Es crucial no dar crédito a la propaganda rusa que exalta la destrucción del M-1 como una gran victoria. La vulnerabilidad de los tanques a ataques aéreos, especialmente desde arriba, es un hecho bien conocido, con la notable excepción del Strv 122 sueco, dotado de protección adicional en el techo de su torreta. Aun así, esta armadura avanzada no lo hace invulnerable al fuego enemigo. De los 10 Strv 122 recibidos por Ucrania, al menos uno ha sido destruido y varios abandonados, aunque algunos podrían haber sido recuperados por ingenieros ucranianos.
La reciente pérdida del Abrams resalta un patrón observado por Oryx, indicando que Ucrania ha sufrido la destrucción de al menos una unidad de casi todos los modelos de tanques occidentales e híbridos occidental-soviéticos en su servicio. Esta lista incluye pérdidas significativas entre los modelos más avanzados como los Leopard 2A4 y 2A6, así como el exclusivo Strv 122. El Leopard 1A5 alemán, del cual Ucrania espera recibir cerca de 200 unidades, es el único que hasta ahora ha evitado ser destruido en el frente.
No obstante, en un conflicto caracterizado por el uso intensivo de drones por ambas partes, con decenas de miles de estos aparatos desplegados mensualmente y las defensas aéreas luchando por contrarrestar esta amenaza, la invulnerabilidad completa es una ilusión. Así, la eventualidad de que un Leopard 1A5 sea objetivo de estos ataques es una realidad palpable, subrayando que en el actual teatro de operaciones ningún vehículo blindado está completamente a salvo.