Ucrania y la OTAN iniciaron el lunes simulacros en el Mar Negro en los que participarán decenas de buques de guerra, un ejercicio que se produce tras el incidente de la semana pasada con un destructor británico frente a Crimea.
Moscú dijo que uno de sus buques de guerra hizo disparos de advertencia y un avión de guerra lanzó bombas en el camino del destructor británico Defender el miércoles para obligarlo a salir de un área cerca de la península de Crimea, que Rusia anexó en 2014.
Gran Bretaña negó esa versión, insistió en que su barco no fue disparado y dijo que navegaba en aguas ucranianas.
En las maniobras Sea Breeze 2021, que comenzaron el lunes y durarán dos semanas, participarán unos 30 buques de guerra y 40 aviones de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN y de Ucrania. El destructor estadounidense Ross ha llegado al puerto ucraniano de Odessa para las maniobras.
El capitán de la Armada estadounidense Kyle Gantt señaló el lunes que el gran número de participantes en el ejercicio refleja el compromiso compartido de garantizar el libre acceso a las aguas internacionales.
Moscú ha criticado los simulacros, y el Ministerio de Defensa ruso dijo que los supervisaría de cerca.
En el incidente del miércoles, Gran Bretaña insistió en que el Defender había estado haciendo un viaje rutinario a través de un carril de viaje reconocido internacionalmente y permaneció en aguas ucranianas cerca de Crimea. El Reino Unido, como la mayor parte del mundo, reconoce a Crimea como parte de Ucrania a pesar de la anexión de la península por parte de Rusia.
Rusia denunció el movimiento del Defender como una provocación y advirtió que la próxima vez podría disparar para golpear a los buques de guerra intrusos si vuelven a intentar poner a prueba la resolución militar rusa.