Una imagen muestra a un F-16 ucraniano volando a baja altitud sobre Ucrania. Esta táctica permite evadir radares rusos y mejorar la precisión en misiones de ataque.
Ucrania emplea tácticas de vuelo a baja altitud con F-16
Una nueva fotografía difundida en redes sociales como X muestra a un F-16 ucraniano volando a muy baja altitud sobre un lugar no revelado en Ucrania. La imagen resalta una táctica clave en la estrategia aérea del país, donde los pilotos han perfeccionado el vuelo a poca altura como método para evadir la detección por radar.
Esta maniobra es parte de una estrategia calculada. Los F-16 ucranianos vuelan a menos de 150 metros de altura, aprovechando el terreno para evitar la detección de los avanzados sistemas de radar S-300 y S-400 rusos. Estos sistemas tienen dificultades para rastrear objetivos a baja altitud debido a la interferencia del terreno y el ruido de radar.
Además de dificultar la detección, volar a baja altura mejora la precisión en misiones de ataque, ya que los pilotos pueden confirmar visualmente los objetivos antes de lanzar municiones. Esta táctica ha sido clave en ataques a posiciones, infraestructuras y líneas de suministro rusas.
Aunque eficaz, el vuelo a baja altitud también implica riesgos. Los F-16 se vuelven vulnerables a amenazas terrestres como los MANPADS y los sistemas antiaéreos. La coordinación con las tropas en tierra resulta esencial para reducir la exposición y aumentar las probabilidades de éxito en las misiones.
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Avistamientos recientes confirman el uso táctico del F-16
Desde agosto de 2024, varios avistamientos han documentado la presencia de F-16 ucranianos operando a baja altitud. El 9 de febrero de 2025, un video publicado por @NOELreports mostró a un F-16 volando a ras del suelo en Ucrania. Otro avistamiento, el 10 de febrero, capturado por @new27brigade, presentó un F-16AM armado con bombas planeadoras y misiles aire-aire.
El 31 de julio de 2024, la cuenta @Osinttechnical compartió una imagen de un F-16AM regresando de una misión de ataque sobre Lviv. Estos avistamientos reiterados subrayan un patrón táctico que se ha convertido en un pilar de la estrategia de combate aéreo de Ucrania.
F-16 ucranianos: características y armamento
- Flota actual: Ucrania cuenta con alrededor de una docena de F-16 en servicio, aunque no se han revelado cifras exactas.
- Proveedores: Los aviones provienen de Dinamarca, Países Bajos, Noruega y Bélgica, con un total estimado de 80 unidades comprometidas.
- Variantes: Principalmente modelos F-16AM/BM, modernizados con aviónica avanzada y sistemas de autodefensa.
- Armamento: Equipados con misiles AIM-9 Sidewinder y AIM-120 AMRAAM para combate aéreo, junto con bombas GBU-39/B y misiles AGM-88 HARM para ataques de precisión.
- Capacidades de defensa: Incluyen el radar AN/APG-66(V)2 y el sistema de contramedidas electrónicas AN/ALQ-131 para evitar detección y ataques.
Occidente refuerza a Ucrania con más F-16 pese a retrasos
Los aliados occidentales han prometido reforzar la flota de F-16 ucranianos, con Dinamarca, Países Bajos, Noruega y Bélgica como principales proveedores. Sin embargo, el proceso ha sufrido retrasos. En diciembre de 2024, Bélgica pospuso la entrega de sus primeros dos F-16 hasta 2025 debido a la falta de pilotos entrenados y repuestos.
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Estos cazas provienen de países de la OTAN que han reemplazado gradualmente sus F-16 con F-35. Ucrania ha recibido versiones modernizadas, adaptadas a sus necesidades operativas con equipos avanzados que mejoran su capacidad de combate.
Los aviones cuentan con un alcance operativo de más de 1.500 kilómetros gracias a tanques de combustible externos, lo que permite realizar operaciones a lo largo de la extensa línea del frente. A pesar de sus ventajas, la limitada cantidad de aeronaves y la falta de infraestructura de la OTAN complican su operatividad sostenida.
Rusia busca neutralizar la amenaza de los F-16 ucranianos
El gobierno ruso ha manifestado su preocupación por el despliegue de F-16 en Ucrania, considerándolos una “amenaza directa”. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, declaró el 15 de febrero de 2025 que estos aviones incrementan la guerra al permitir ataques de precisión sobre territorios controlados por Rusia.
El Kremlin ha advertido que cualquier ataque con armas occidentales podría interpretarse como una agresión de la OTAN, lo que podría provocar represalias. Para mitigar el impacto de los F-16, Rusia ha priorizado el ataque a bases aéreas y centros logísticos ucranianos con misiles Iskander y Kinzhal, según afirmó el jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, el 12 de febrero de 2025.
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Analistas rusos han señalado que la mejor forma de contrarrestar estos aviones es atacarlos mientras están en tierra, ya que son más vulnerables durante las fases de despegue y aterrizaje. También se han implementado incentivos financieros para motivar a las tropas rusas a destruir F-16 ucranianos.
Desde noviembre de 2022, el Ministerio de Defensa ruso ha ofrecido recompensas por la destrucción de equipo militar ucraniano. Un soldado puede recibir hasta 300.000 rublos (aproximadamente 4.980 dólares en 2022) por derribar un avión, 200.000 rublos por un helicóptero y 100.000 rublos por un tanque. Aunque no se han actualizado oficialmente, fuentes rusas citadas por RIA Novosti el 10 de febrero de 2025 indican que estos incentivos siguen vigentes.
La estrategia rusa se centra en minimizar la efectividad de los F-16, atacando no solo a los aviones, sino también su infraestructura de apoyo, como hangares, depósitos de combustible y centros de mantenimiento. La guerra aérea en Ucrania continúa evolucionando, con ambos bandos adaptándose a las nuevas condiciones de la guerra.