Febrero marcó el mes de elevada actividad en el espacio aéreo de EE. UU., con el F-22 Raptor tomando una acción decisiva contra objetivos no identificados.
Interceptaciones Militares en Espacio Aéreo Soberano
Desencadenando la alarma en el ámbito aeroespacial, un F-22 Raptor del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD) neutralizó un presunto globo de vigilancia de 60 metros, supuestamente de origen chino, en las inmediaciones de Carolina del Sur, después de su extenso recorrido por Canadá y territorio estadounidense.
Este evento capturó la atención mediática, aunque incidentes subsecuentes fueron relativamente menos cubiertos. A lo largo del mismo mes, se reportó la interceptación y neutralización de múltiples objetivos a gran altitud, principalmente por unidades F-22 en regiones como Alaska y Yukón, mientras que los F-16 de la Guardia Nacional Aérea de Minnesota actuaron sobre los Grandes Lagos.
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Un documento clasificado dirigido al primer ministro canadiense y filtrado por medios canadienses plantea dudas acerca de la naturaleza de estos objetos. El memorándum insinúa que, al menos uno de estos incidentes, podría tratarse más adecuadamente de un Fenómeno Aéreo No Identificado (FANI) que de un simple globo de vigilancia.
FANI vs. OVNI: Evolución del Término
El término OVNI no estaba arraigado en el discurso público hasta finales de los años 40. La fascinación comenzó con el testimonio de un piloto civil en Washington en 1947, intensificándose con el ahora célebre Incidente de Roswell en Nuevo México, cercano a una instalación altamente secreta de la Fuerza Aérea.
Con la Guerra Fría en su apogeo y la opacidad gubernamental sobre avances aeronáuticos, las especulaciones se multiplicaron. Las respuestas gubernamentales, a menudo ambiguas, solían acentuar aún más el misterio que rodea a estos avistamientos.
Las indagaciones oficiales, como el Panel Roberson de 1953 y el Informe Condon de 1966, determinaron en su mayoría explicaciones naturales para estos fenómenos. Sin embargo, estos hallazgos no disuadieron completamente las teorías de posibles visitas de entidades extraterrestres.
Historial de OVNI: Del secretismo a la desclasificación

La confidencialidad en los registros, especialmente la del Panel Robertson que estuvo oculto hasta 1979, potenció las teorías conspirativas entre la comunidad civil. A pesar de que las apariciones de OVNI menguaron después de los 70, en tiempos recientes hemos sido testigos de un resurgimiento en el interés por estos fenómenos.
Ante la repercusión y sensibilidades asociadas con la etiqueta OVNI, las organizaciones contemporáneas han optado por el término PAU. Adicionalmente, las divulgaciones recientes de un informante han motivado al Congreso de Estados Unidos a inaugurar la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios y a instar al Pentágono a liberar la información relativa a los FANI.
La actual iniciativa centrada en los FANI no ha brindado avances sustanciales. A pesar de las confirmaciones por sensores diversificados, como radar e infrarrojos, ninguna entidad autorizada ha vinculado dichas observaciones con origen extraterrestre. Asimismo, los archivos desclasificados no han evidenciado encubrimientos gubernamentales respecto a contactos con inteligencias foráneas.
¿PAU en territorio canadiense?
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Un documento dirigido al primer ministro canadiense cataloga el objeto interceptado como un PAU. Sin embargo, analizando el panorama, emerge como hipótesis más plausible que el NORAD simplemente no logró identificarlo como un globo espía perteneciente a China. Se mantiene la tesis de que el objeto proviene de un origen terráqueo, potencialmente un globo meteorológico errante.
Las especulaciones en torno a los FANI, aunque intrigantes, es probable que estén correlacionadas con el incremento en las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, más que con la existencia de un fenómeno desconocido. Es coherente postular que, similar a los avistamientos durante la Guerra Fría, los actuales FANI podrían relacionarse con ensayos encubiertos o sistemas avanzados pertenecientes a potencias extranjeras.