Informes rusos señalan que aviones F-16 ucranianos fueron emboscados por interceptores MiG-31, destruyéndolos en pleno despegue.
Aviones F-16 emboscados en despegue por cazas rusos MiG-31 en Ucrania
Medios rusos, como Vzglyad, reportan que al menos dos cazas ucranianos F-16 fueron emboscados mientras intentaban despegar del aeropuerto de Starokostiantyniv, al oeste de Ucrania. Este ataque habría sido ejecutado por un interceptor supersónico ruso Mikoyan MiG-31. Los hechos tuvieron lugar el 26 de septiembre, aunque el informe diario del Ministerio de Defensa ruso no lo menciona.
La mayoría de los medios rusos citan al canal de Telegram Voenno Delo, que sostiene que los aviones destruidos fueron donados por Países Bajos y atacados por cuatro MiG-31K de la Fuerza Aérea rusa, utilizando misiles hipersónicos Kinzhal. Sin embargo, esta fuente no brinda más detalles sobre el incidente.
Según Top War, “alrededor de las 10:00 hora de Moscú”, comenzaron a aparecer alertas aéreas en Ucrania debido al despegue de un MiG-31K ruso. Según estos informes, el aeropuerto de Starokostiantyniv, en la región de Jmelnitski, y Kiev fueron escenario de explosiones.
Reportes contradictorios sobre destrucción de cazas ucranianos F-16 en Ucrania
Top War publicó información no confirmada de explosiones en la base de Starokostiantyniv y Kiev. Se declaró otra alerta aérea cerca de las 11:00 hora de Moscú, con más explosiones en el aeropuerto militar de Jmelnitski. La Fuerza Aérea de Ucrania confirmó que el país fue blanco de misiles hipersónicos.
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Asimismo, la revista Military Watch informó que un ataque a una base aérea ucraniana provocó la destrucción de cuatro F-16 recién entregados. Fuentes rusas afirman que los misiles Kinzhal apuntaron al aeródromo de Starokonstantinov, aunque otros medios aún no han respaldado esta afirmación.
El 21 de septiembre, las fuerzas rusas llevaron a cabo ataques coordinados con drones y misiles, incluyendo el avanzado Kinzhal, contra infraestructura crítica para los aviones occidentales. Aunque la defensa aérea ucraniana interceptó la mayoría de estos ataques, el ejército ruso mantiene a esta base como objetivo prioritario, anticipando su uso por los F-16.
Ucrania recibió sus primeros F-16 en agosto; ataques rusos los ponen en peligro
El Kinzhal, un misil de lanzamiento aéreo hipersónico, ha sido empleado por Rusia para atacar objetivos de alto valor, como equipos militares de la OTAN recién entregados. A diferencia de los cazas soviéticos ucranianos, los F-16 tienen restricciones operativas, ya que no pueden despegar desde pistas improvisadas, limitando sus opciones de despliegue y haciéndolos más vulnerables.
Los primeros F-16 llegaron a Ucrania el 1 de agosto, y la primera pérdida fue reportada el 26 del mismo mes. Existen informes contradictorios sobre las circunstancias de esta baja, aunque se confirmó tres días después. Los F-16 prometidos a Ucrania, de modelos antiguos de la Guerra Fría, presentan desventajas frente a las versiones modernas Block 70/72.
Esta situación ha provocado que la estrategia rusa se enfoque en la base de Starokostiantyniv, anticipando su uso para las operaciones con F-16 y con la intención de neutralizar su capacidad operativa desde el suelo.
Rusia utiliza misiles hipersónicos Kinzhal para neutralizar aviones F-16
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El misil hipersónico Kinzhal ha sido clave en las operaciones rusas, actuando contra activos de gran valor en Ucrania. Estos misiles han sido utilizados para atacar a los F-16 en su punto más vulnerable: antes de despegar. La diferencia en capacidades operativas y tecnológicas hace que estos aviones sean un objetivo fácil en comparación con los MiG-29 de la Fuerza Aérea ucraniana.
Los F-16 ucranianos no pueden operar desde pistas improvisadas, lo que obliga a su despliegue en bases específicas como Starokostiantyniv. La vulnerabilidad de estos aviones se ve acentuada por la imposibilidad de operar desde otros aeródromos.
A pesar de que otras fuentes aún no corroboran los informes de Military Watch, la emboscada a los F-16 ucranianos marca una nueva fase en la guerra, donde el uso de tecnología avanzada y ataques preventivos determinan la capacidad aérea de ambos bandos.