Un enfrentamiento entre dos de los sistemas de defensa más avanzados del mundo tuvo lugar recientemente en la región de Kherson, Ucrania. El M142 HIMARS, un lanzacohetes de alta movilidad fabricado por Lockheed Martin, logró impactar con éxito en un S-400 Triumf ruso, destruyendo su centro de mando y control 55K63.
Este acontecimiento supone un golpe significativo para Rusia, ya que el S-400 es un sistema móvil de misiles tierra-aire capaz de destruir todo tipo de objetivos aéreos, incluyendo misiles balísticos, con un alcance de aproximadamente 400 km.
HIMARS vs S-400: duelo de titanes
El HIMARS, empleado por las fuerzas ucranianas, ha demostrado ser eficaz en la neutralización de objetivos militares rusos de alto valor. David Hambling, experto militar, afirma que el centro de mando móvil 55K63 es el tipo de equipo contra el cual el HIMARS sería utilizado.
La destrucción del vehículo de mando del S-400 podría mejorar la posición táctica de las fuerzas ucranianas, permitiendo una mayor libertad de movimiento para sus drones y aviones tripulados. Aunque el S-400 ha derribado varios cohetes entrantes, el fallo en uno solo fue suficiente para sellar su destino en este duelo directo.
S-400 destruido en Ucrania: Un revés para Rusia
Aunque la destrucción del S-400 no ha sido verificada de forma independiente, si se confirma, representaría un notable revés para el Kremlin. Este sistema de defensa antiaérea ruso ha sido utilizado con éxito en el pasado para derribar aeronaves ucranianas en las primeras etapas de la guerra en curso.
La eliminación del centro de mando y control del S-400 podría debilitar la capacidad de defensa aérea de Rusia en la región y otorgar una ventaja estratégica a las fuerzas ucranianas.