Un tribunal de los Países Bajos está programado para tomar una decisión hoy sobre si obligar al gobierno holandés a detener el suministro de piezas para los cazas F-35 que Israel utiliza en la Franja de Gaza.
El caso ha sido presentado por un grupo de organizaciones de derechos humanos que argumentan que el suministro de estas piezas contribuye a presuntas violaciones del derecho internacional por parte de Israel en el contexto de su conflicto con Hamás.
El asunto se refiere a piezas de F-35 de propiedad estadounidense que se almacenan en un almacén ubicado en los Países Bajos y que posteriormente se envían a varios socios, incluyendo a Israel, a través de acuerdos de exportación preexistentes.
Michiel Servaes, director de Oxfam Novib y uno de los demandantes, ha expresado que estas piezas “facilitan el lanzamiento de bombas reales sobre hogares y familias civiles”.
Las autoridades holandesas han señalado que no está claro si tienen la autoridad para intervenir en las entregas, ya que estas forman parte de una operación coordinada por Estados Unidos que proporciona piezas a todos los socios del F-35.
En una comunicación al parlamento, el gobierno holandés afirmó: “Sobre la base de la información actual sobre el despliegue de los F-35 israelíes, no se puede afirmar que los F-35 estén involucrados en violaciones graves del derecho humanitario de guerra”.