La Fuerza Aérea de EE. UU. comenzó pruebas en tierra del YFQ-44A de Anduril, un hito clave en el programa de Aviones de Combate Colaborativo.
Pruebas en tierra del YFQ-44A marcan avance en programa CCA
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos anunció el inicio de las pruebas en tierra de los vehículos de prueba representativos de producción YFQ-42A y YFQ-44A, desarrollados por General Atomics y Anduril, respectivamente, como parte del programa de Aviones de Combate Colaborativo (CCA). Este paso, liderado por el general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, representa un hito crítico en la integración de sistemas autónomos en la futura fuerza aérea. Las pruebas, centradas en sistemas de propulsión, aviónica e integración de autonomía, buscan validar el rendimiento y preparar ambos aviones para las pruebas de vuelo previstas para finales de 2025.
Ground testing is officially underway for our Collaborative Combat Aircraft program! This is a huge milestone and another step toward first flight and rapid delivery to our warfighters… These unmanned fighters are going to be badass! (1/3) pic.twitter.com/HiuWMzmcc7
— General David Allvin (@OfficialCSAF) May 1, 2025
El general Allvin destacó la importancia de esta fase: “El inicio de las pruebas en tierra es un hito clave para el programa CCA Incremento 1. Esta fase cierra la brecha entre el diseño y el vuelo, reduciendo riesgos de integración”. El programa CCA, que prioriza velocidad, flexibilidad y rentabilidad, utiliza arquitecturas abiertas y tecnologías comerciales para permitir actualizaciones rápidas y producción escalable. La Base de la Fuerza Aérea de Beale, en California, fue seleccionada como sede de la Unidad de Preparación de Aeronaves (ARU), encargada de garantizar que los CCA estén listos para despliegues globales.
El YFQ-44A, desarrollado por Anduril, se presentó al público con imágenes y un video que muestran su diseño, incluyendo una sonda de datos de prueba en la nariz y un posible sensor de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST) en la parte superior. Este sensor, similar al Iris de Anduril, podría proporcionar capacidades avanzadas de detección para misiones aire-aire. Por su parte, General Atomics planea exhibir el YFQ-42A en la Beale Air and Space Expo en junio de 2025, según David Alexander, presidente de la compañía.

El programa CCA responde a la necesidad de mantener una ventaja en entornos disputados. “Nos estamos moviendo rápido porque el combatiente necesita esta capacidad”, afirmó Allvin. Los CCA, diseñados para operar junto a cazas tripulados como el F-35 y el F-15EX, compartirán datos de sensores, ejecutarán maniobras coordinadas y asumirán misiones de alto riesgo, actuando como multiplicadores de fuerza.
Datos clave sobre el programa CCA y los YFQ-42A e YFQ-44A
- Inicio de pruebas en tierra: Validan sistemas de propulsión, aviónica y autonomía.
- Primer vuelo del YFQ-44A: Programado para el verano de 2025, según Anduril.
- Base de la Fuerza Aérea de Beale: Sede de la Unidad de Preparación de Aeronaves.
- Flota proyectada: Más de 1,000 CCA con configuraciones modulares.
- Decisión de producción: Prevista para el año fiscal 2026.
Avances tecnológicos y estratégicos del programa CCA
El desarrollo de los YFQ-42A y YFQ-44A se basa en tecnologías modulares y arquitecturas abiertas, lo que permite actualizaciones rápidas y mantenimiento optimizado. General Atomics aprovecha su experiencia con el XQ-67A, un dron de bajo costo diseñado para el programa Off-Board Sensing Station (OBSS), que voló por primera vez en febrero de 2024. Este avión utiliza un concepto de “chasis común” para reducir costos y agilizar la producción. Por su parte, Anduril incorpora soluciones como el sensor Iris, diseñado para aeronaves tripuladas y no tripuladas.
La Fuerza Aérea planea desplegar más de 150 CCA en los próximos cinco años, con una flota total que superará las 1,000 unidades. Estos sistemas autónomos realizarán misiones diversas, desde vigilancia hasta combate directo, complementando plataformas tripuladas. La combinación de CCA con cazas tripulados ofrece una solución más asequible y flexible frente a los elevados costos del programa NGAD, cuyo enfoque en un caza tripulado de sexta generación podría ceder protagonismo a un sistema de sistemas distribuido.

El enfoque en sistemas autónomos refleja un cambio estratégico en las prioridades de la Fuerza Aérea, que busca fuerzas más resilientes y distribuidas. Los CCA, al requerir menos personal y vuelos de mantenimiento, optimizan los recursos en bases como Beale, donde coexistirán con unidades como la 9ª Ala de Reconocimiento y la 940ª Ala de Reabastecimiento Aéreo sin un impacto significativo en sus operaciones.
En marzo de 2025, el general Allvin anunció la designación oficial de los YFQ-42A y YFQ-44A, marcando el primer uso de la categoría “caza no tripulado” por parte de la USAF. “Por primera vez en nuestra historia, tenemos una designación de caza en el YFQ-42 Alpha y el YFQ-44 Alpha”, dijo, subrayando el carácter innovador del programa.
Hacia la producción y el despliegue de los CCA
El programa CCA avanza con contratos adjudicados a Anduril y General Atomics en 2024 para desarrollar aviones listos para producción. La Fuerza Aérea espera tomar una decisión competitiva sobre la producción del Incremento 1 en el año fiscal 2026, mientras que el Incremento 2 comenzará simultáneamente para integrar tecnologías emergentes y expandir las aplicaciones de misión.

Las pruebas en tierra actuales evalúan rigurosamente los sistemas de los YFQ-42A y YFQ-44A, incluyendo interfaces de control en tierra y autonomía. Estos ensayos informarán decisiones de diseño y garantizarán que los aviones cumplan con los requisitos operativos antes de pasar a las pruebas de vuelo. Anduril confirmó que el YFQ-44A volará en el verano de 2025, mientras que General Atomics prepara el YFQ-42A para pruebas en los próximos meses.
La selección de la Base de Beale como sede de la ARU refuerza el compromiso de la Fuerza Aérea con la preparación operativa. La base, conocida por su alta seguridad debido a la presencia de la 9ª Ala de Reconocimiento, es ideal para albergar sistemas avanzados como los CCA. La ARU garantizará que los aviones estén listos para despliegues globales con un número reducido de personal, gracias a la naturaleza semiautónoma de los CCA.
El programa CCA no solo acelera la integración de sistemas autónomos, sino que también redefine la guerra aérea moderna. Al combinar plataformas tripuladas y no tripuladas, la Fuerza Aérea busca mantener la superioridad aérea en un entorno de amenazas en rápida evolución, garantizando una ventaja decisiva para el combatiente.