La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) ha revelado el XRQ-73, un avión de reconocimiento autónomo de ala volante.
Un avance en la aviación militar: el XRQ-73 de DARPA
Este avance promete revolucionar el campo de la aviación militar. Su diseño, aunque recuerda al B-2 Bomber, es una mejora significativa dentro del programa de demostración de aviones de propulsión eléctrica híbrida en serie (SHEPARD).
El XRQ-73 combina la tecnología eléctrica híbrida más avanzada con componentes del proyecto Great Horned Owl de la Fuerza Aérea. Desarrollado en colaboración con Northrop Grumman y otros socios estratégicos, busca madurar rápidamente para convertirse en una pieza clave en las operaciones de reconocimiento de larga duración. Este sistema aéreo no tripulado (UAS) del Grupo 3 se espera que surque los cielos a finales de 2024.
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Rumores sugieren que podría integrarse en el programa de Aviones de Combate Colaborativo de la Fuerza Aérea de EE. UU., sirviendo como un leal compañero para futuros cazas tripulados. Este dron podría ser la punta de lanza en la nueva era de combate aéreo, donde la autonomía y la colaboración serán fundamentales.
Detalles técnicos y capacidades avanzadas del XRQ-73
“La esencia de un programa DARPA X-prime es tomar tecnologías emergentes y minimizar los riesgos de integración a nivel de sistema”, explica Steve Komadina, director del programa SHEPARD. El XRQ-73 es el resultado de este enfoque vanguardista, combinando una arquitectura de propulsión híbrida específica y capacidades de potencia que beneficiarán enormemente al Departamento de Defensa.
El equipo detrás del XRQ-73 incluye a mentes brillantes de DARPA, la Oficina de Investigación Naval, la Fuerza Aérea y otros componentes militares de EE. UU. Northrop Grumman, líder en sistemas aeronáuticos, es el contratista principal, colaborando con grupos de investigación y desarrollo como Cornerstone Research Group, Brayton Energy, PC Krause and Associates y EaglePicher Technologies.
El programa SHEPARD aprovechará la arquitectura eléctrica híbrida del proyecto Great Horned Owl, y provocó un diseño de aeronave centrado en la misión, capaz de realizar su primer vuelo en apenas 20 meses. Comparado con su predecesor, el XRQ-72, este nuevo avión será más grande, pero mantendrá las restricciones de peso de los UAS del Grupo 3.
Especificaciones técnicas del XRQ-73: diseño y rendimiento
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Los aviones experimentales, o X-planes, son fundamentales para probar nuevas tecnologías y conceptos aeroespaciales. El XRQ-73, con su diseño de ala volante y un peso de aproximadamente 1,250 libras, está listo para volar por debajo de los 18,000 pies a velocidades de entre 100 y 250 nudos. Originalmente programado para volar en 2023, su primer vuelo se ha reprogramado para finales de 2024 debido a retrasos no especificados.
Este UAS no solo destaca por su tamaño y capacidades, sino también por su potencial integración en el programa Collaborative Combat Aircraft (CCA) de la Fuerza Aérea de EE. UU.. Este programa busca desarrollar aviones autónomos que puedan volar junto a cazas tripulados, formando una simbiosis perfecta entre tecnología y pilotaje humano.
El CCA es parte del ambicioso programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD), que aspira a combinar un caza de sexta generación con compañeros leales no tripulados. En el reciente evento de la Asociación de Fuerzas Aéreas y Espaciales, el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general David Allvin, subrayó la importancia de los CCA en el programa NGAD.
La integración del XRQ-73 en el programa NGAD y CCA
Los drones CCA no solo apoyarán a los cazas tripulados en combate, sino que también podrán ejecutar misiones autónomas. Allvin destacó que estos drones deben ser económicos y adaptables, con una vida útil que no necesariamente se extienda por décadas, pero que pueda evolucionar con la tecnología.
Las palabras de Allvin y Komadina dejan claro que el XRQ-73 está destinado a jugar un papel crucial en el desarrollo de estos compañeros leales, marcando el comienzo de una nueva era en la aviación militar, donde la innovación y la adaptabilidad serán las claves del éxito.
En conclusión, el XRQ-73 representa un salto significativo en la tecnología de reconocimiento aéreo autónomo, combinando la avanzada propulsión híbrida y un diseño estratégico orientado a la misión. Su integración en programas como el CCA y el NGAD asegura su relevancia en futuras operaciones militares, subrayando la importancia de la innovación y la adaptabilidad en el campo de la aviación militar moderna.
El XRQ-73 es más grande que el XRQ-72, aunque mantiene las restricciones de peso de los UAS del Grupo 3. Además, incorpora una arquitectura de propulsión híbrida específica y capacidades avanzadas de potencia que mejoran significativamente su rendimiento en misiones de reconocimiento.
El XRQ-73 presenta un diseño de ala volante, similar al del B-2 Bomber, pero con mejoras significativas. Pesa aproximadamente 1,250 libras y está diseñado para volar por debajo de los 18,000 pies a velocidades de entre 100 y 250 nudos, utilizando tecnología de propulsión eléctrica híbrida avanzada.
El programa SHEPARD tiene como objetivo madurar rápidamente la tecnología de propulsión eléctrica híbrida y minimizar los riesgos de integración a nivel de sistema. Esto se logra a través del desarrollo del XRQ-73, que busca convertirse en una pieza clave en las operaciones de reconocimiento de larga duración.
El XRQ-73 podría integrarse en el programa de Aviones de Combate Colaborativo (CCA) de la Fuerza Aérea de EE. UU., sirviendo como compañero leal para cazas tripulados. Esto marcaría el comienzo de una era en la que la autonomía y la colaboración serán fundamentales en las operaciones de combate aéreo.
El primer vuelo del XRQ-73 estaba programado originalmente para 2023, pero se ha reprogramado para finales de 2024 debido a retrasos no especificados. Este cambio permitirá asegurar que todas las tecnologías y sistemas estén completamente preparados para su despliegue.