¿Puede considerarse sigiloso un enorme destructor de superficie, armado con misiles Tomahawk, cañones montados en cubierta, sensores, antenas y energía eléctrica a bordo que genera calor?
Sin duda, los mástiles altos y verticales, los sensores montados en el casco y las antenas salientes nunca podrían ser un buque poco observable, pero el cumplimiento de estas misiones constituye el punto de partida técnico desde el que los ingenieros se lanzaron a construir un buque de guerra furtivo, el primero de su clase.
Zumwalt: destructor furtivo de superficie
Los destructores Zumwalt, de aspecto elegante, han sido diseñados con un conjunto de tecnologías punteras de última generación que incluyen, entre otras cosas, computación masiva de alta velocidad en todo el buque, configuraciones sigilosas suaves y redondeadas, cascos Tumblehome que perforan las olas y propulsión eléctrica.
Quizá lo más importante sea que los vanguardistas Zumwalt también recibirán armas hipersónicas en 2025, un avance que podría cambiar el paradigma y posicionarlos para una guerra marítima masiva en aguas abiertas.
La flota de destructores Zumwalt, aunque reducida a un pedido de sólo tres Zumwalts debido principalmente a su coste, está diseñada para parecer un pequeño pesquero a los radares enemigos. El Zumwalt tiene una configuración de casco lisa y redondeada, con pocos bordes afilados o ángulos susceptibles de generar una señal de retorno.
La ausencia de estructuras verticales y de formas que sobresalgan, como los grandes cañones montados en cubierta, significa que hay menos formas posibles que puedan generar un “ping” o señal de retorno del radar enemigo. Esto mejora la capacidad de supervivencia.
Aunque es muy improbable que un destructor tan grande como el Zumwalt no genere “ninguna” señal de retorno al radar o sonar enemigos, su configuración parece diseñada para producir una imagen bastante diferente de lo que es en realidad: confundir a los enemigos. Este concepto coincide plenamente con el efecto que pretenden conseguir los cazas y bombarderos furtivos de las Fuerzas Aéreas, diseñados para parecer un “pájaro” o un “insecto” en el aire a los ojos de los radares enemigos.
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Diseño diferente
Si echamos un vistazo a la forma externa del Zumwalt, el buque se presta a un debate sobre algunos de estos fundamentos relativos a las propiedades furtivas. En primer lugar, en comparación con otros buques de superficie, su forma es, por supuesto, totalmente diferente.
Hay menos bordes, una llamativa ausencia de estructuras salientes o contornos variados y un costado plano, perfectamente unido a la cubierta superior de la nave, sobre una superficie lineal plana recta, aunque ligeramente angulada.
En lugar de múltiples paneles y estructuras de acero afiladas y entrelazadas, que soportan un sistema de radar orientado hacia el exterior, el exterior frontal del Zumwalt muestra sólo unos pocos bordes redondeados para lograr su forma requerida. Su discutido casco Tumblehome, que corta las olas, es más estrecho que el de los destructores existentes, lo que lo hace menos detectable al sonar enemigo.
Detalles del destructor furtivo
Las estructuras externas de formas diferentes, con ángulos agudos, bordes puntiagudos y diseños verticales que se extienden, ofrecen naturalmente muchas más áreas en las que pueden rebotar los pings de radar. La baja observabilidad, por extensión, se produce cuando el radar tiene menos pings electromagnéticos de retorno con los que crear una representación del objeto.
Dado que los pings electromagnéticos viajan a la velocidad de la luz -una entidad conocida- y que se puede determinar el tiempo de viaje, un algoritmo informático puede determinar la forma, el tamaño y la distancia de un objeto enemigo, si hay suficientes señales de retorno.
Los pings acústicos funcionan dentro del mismo marco conceptual, simplemente utilizando sonido en lugar de electricidad. En consecuencia, los ingenieros del Zumwalt trataron de construir un buque capaz de eludir la detección por radar y sonar.