El Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knéset ha dado luz verde a tres proyectos de ley que buscan limitar significativamente las operaciones de la UNRWA, en respuesta al ataque del 7 de octubre y la actual guerra, reflejando la indignación popular hacia esta agencia de la ONU para refugiados palestinos y sus descendientes.
El primer proyecto, presentado por el diputado del Likud Boaz Bismuth, propone prohibir la operación de la organización en territorio israelí, eliminando su presencia en el Este de Jerusalén.
La segunda iniciativa, impulsada por la diputada de Yisrael Beytenu Yulia Malinovsky, designaría a la UNRWA como una organización terrorista y demandaría a Israel cortar todos los lazos con ella.
El tercer proyecto, que fusiona dos propuestas casi idénticas de Ron Katz de Yesh Atid y Dan Illouz del Likud, busca eliminar las inmunidades y privilegios legales del personal de la UNRWA en Israel, incluyendo exenciones fiscales.
Inicialmente, el comité consideró combinar las propuestas en una sola legislación, pero ahora se presentarán por separado para sus primeras lecturas en el pleno de la Knéset.
“Esta ley nos permitirá actuar contra la UNRWA. Es vital para nuestra seguridad nacional”, declaró Illouz tras la votación. “Después del 7 de octubre, no podemos seguir como si nada hubiera pasado”.
La UNRWA ofrece educación, salud y asistencia a millones de palestinos en Gaza, Judea y Samaria, Jordania, Líbano y Siria. Según Israel, aproximadamente el 10% del personal de la UNRWA en Gaza tiene vínculos con el terrorismo, y las instalaciones educativas patrocinadas por la organización fomentan el odio hacia Israel y glorifican el terrorismo.