El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución en la que solicita la aceleración de los procedimientos para permitir un mayor ingreso de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, que actualmente está bajo el gobierno de Hamás. Además, se insta a la liberación inmediata de los rehenes que fueron secuestrados durante los acontecimientos ocurridos el 7 de octubre en el sur de Israel.
La votación en el Consejo de Seguridad arrojó un resultado de 13 votos a favor y ninguno en contra. Tanto Estados Unidos como Rusia optaron por abstenerse en la votación.
Previamente a la votación, Estados Unidos bloqueó una enmienda propuesta por Rusia que exigía “un cese urgente y sostenible de las hostilidades”. Esta enmienda iba más allá del alcance de la resolución original, que simplemente “pide medidas urgentes para permitir inmediatamente un acceso humanitario seguro, sin obstáculos y ampliado, y crear las condiciones para un cese sostenible de las hostilidades”.
Esta es la primera vez desde la guerra que el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba una resolución que incluye un texto relacionado con el “cese de las hostilidades”. Sin embargo, la resolución no llega a exigir un alto el fuego inmediato y permanente, algo que es objeto de desacuerdo tanto por parte de Estados Unidos como de Israel.
Versiones anteriores de la resolución, que se discutieron a lo largo de la semana, demandaban un alto el fuego inmediato y proponían la implementación de un nuevo mecanismo de la ONU para permitir la entrada de ayuda en Gaza sin inspección israelí.
La eliminación de estas demandas del texto final fue uno de los factores que llevaron a Estados Unidos a decidir abstenerse en lugar de utilizar su derecho de veto.