Emiratos Árabes Unidos y Bahréin votaron en contra de una resolución patrocinada por Israel sobre la iniciativa empresarial para el desarrollo sostenible, a pesar de que ambos países se encuentran en medio de la promoción de lazos comerciales conjuntos con el Estado judío.
La resolución fue aprobada por 144 votos a favor y 26 en contra, con nueve abstenciones. Entre los países árabes que votaron en contra de la resolución se encontraban también Arabia Saudita, Egipto, Jordania, Omán y Qatar. Entre los nueve países que se abstuvieron estaban Turquía y Sudáfrica. Sudán y Sudán del Sur estuvieron ausentes.
La resolución propiamente dicha tenía más de 50 copatrocinadores, era de carácter mundial y no estaba relacionada con el conflicto israelo-palestino ni con los florecientes acuerdos de normalización israelíes con el mundo árabe. El texto se centraba en la accesibilidad mundial de la capacidad empresarial. Sin embargo, la cuestión de Israel y el antagonismo con el Estado judío se reflejaron en algunas de las votaciones realizadas.
Mauritania, en nombre del grupo árabe, acusó a Israel de ser poco sincero en su patrocinio anual de esta resolución, “dados los pasos que da para impedir el desarrollo palestino, como la destrucción de la infraestructura”.

“La ocupación también viola numerosos derechos humanos del pueblo palestino”, dijo el país.
El grupo árabe votará en contra de la resolución, dijo el representante de Mauritania, y añadió que su grupo “no cree que Israel, como potencia ocupante, esté en condiciones de presentar tal resolución”.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, dijo que “la resolución de hoy es una gran victoria para Israel y para todos los países que se preocupan por el futuro”.
Continuó: “Aborda los pasos que debemos dar para que todos los países puedan disfrutar de los beneficios de la innovación y construir una economía sostenible e inclusiva. Y a pesar de los intentos de sabotaje, fue adoptada con una mayoría abrumadora”.
“Lamentablemente, hay algunos en este organismo que, a pesar de reconocer el valor de la innovación, decidieron votar en contra”, dijo Erdan.
“Su voto en contra fue impulsado no por la razón o la lógica, sino por el antisemitismo y la intolerancia”, dijo. “Estos Estados miembros deberían estar avergonzados. En lugar de avanzar hacia un futuro más sostenible, se aferran al racismo y a la intolerancia. Todos deberíamos sentirnos indignados”.