El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, emitió el martes una advertencia formal a Israel, notificándole su posible inclusión en la lista de países y grupos sospechosos de perpetrar patrones de violencia sexual en conflictos armados. En paralelo, Guterres incluyó por primera vez a Hamás en dicha lista.
Esta lista, conocida como el anexo del Informe Anual sobre Violencia Sexual Relacionada con Conflictos de la ONU, identifica a las partes señaladas por tales conductas. En el borrador del informe correspondiente a 2025, al que tuvo acceso The Times of Israel y cuya publicación está prevista para los próximos días, Israel no aparece en el anexo. Sin embargo, Guterres expresó en el cuerpo principal del documento una “profunda preocupación” por las acusaciones de violencia sexual cometida por fuerzas de seguridad israelíes contra palestinos en varias prisiones, un centro de detención y una base militar.
En una carta enviada el lunes al embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, Guterres advirtió que Israel se encuentra bajo escrutinio y podría ser incluido en el anexo del próximo año. Señaló que la negativa a permitir el acceso de inspectores de la ONU ha dificultado la verificación de las acusaciones, pero destacó que existe una “preocupación significativa” por patrones de abuso documentados.
El borrador también incluyó a Hamás en el anexo por primera vez. El grupo terrorista no había sido listado el año pasado, debido a que la ONU consideró insuficientes las pruebas que lo vinculaban directamente con los ataques reportados, por lo que solicitó una investigación más exhaustiva. La inclusión de Hamás se fundamenta en informes recientes que documentan violencia sexual sistemática, tanto durante la masacre del 7 de octubre de 2023 como contra rehenes en cautiverio.
En la misiva dirigida a Danon, Guterres enumeró las medidas que Israel debe adoptar para evitar su inclusión en la lista, entre las que se incluyen emitir directrices que prohíban la violencia sexual, establecer sistemas de cumplimiento y disciplina, investigar cada denuncia creíble, obtener compromisos personales de los comandantes y garantizar a la ONU acceso irrestricto para monitoreo y asistencia humanitaria.
Entre las acusaciones citadas por la ONU, que incluyen múltiples reportes de violaciones a detenidos palestinos varones, destaca el presunto asalto a un detenido durante su traslado el año pasado al centro de Sde Teiman, establecido tras el 7 de octubre como lugar de detención preliminar para miembros capturados de Hamás y otros presuntos terroristas.
En junio de 2024, la policía militar arrestó a nueve soldados en relación con este incidente, bajo cargos que incluían sodomía agravada. Posteriormente, los fiscales militares presentaron una acusación contra cinco reservistas por delitos de causar lesiones graves y asalto en circunstancias agravadas, aunque no se les imputó el cargo de sodomía agravada (equivalente a violación), que los investigadores inicialmente consideraron.
En respuesta a la advertencia de Guterres, compartida por su oficina, Danon rechazó las acusaciones, calificándolas de “infundadas” y basadas en “publicaciones sesgadas”. Exigió la exclusión de Israel de cualquier consideración para la lista, solicitó sanciones contra Hamás por su violencia sexual sistemática y abogó por una enmienda al informe para reflejar con mayor detalle las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre, así como la ausencia de pruebas de un patrón de tales crímenes por parte de las fuerzas israelíes.
Un portavoz de Danon informó que la inclusión en la lista podría derivar en sanciones u otras medidas punitivas. Subrayó que otras partes listadas, como ISIS y Al Qaeda, cuentan con un historial de años de violencia sexual sistemática, un récord que, según afirmó, no es en absoluto comparable con el de Israel, lo que hace que la consideración de Guterres sea “absurda” y “grave”.