Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), asegura que no se detectan daños adicionales en las instalaciones de enriquecimiento nuclear de Natanz y Fordo tras los recientes ataques israelíes dirigidos a neutralizar el programa nuclear de Irán. La evaluación se presenta luego de una serie de bombardeos que impactaron puntos estratégicos del país.
Anteriormente, el OIEA informó que una planta piloto de enriquecimiento en el complejo de Natanz, la más pequeña de las tres existentes, resultó destruida. Aunque la planta subterránea de mayor tamaño en Natanz no presenta evidencias de ataques directos, la interrupción de su suministro eléctrico podría haber afectado las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio. Por su parte, la instalación de Fordo, ubicada en una montaña, permanece intacta según los reportes.
Grossi, en una reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores de 35 naciones, detalla el alcance de los ataques del viernes. “No ha habido daños adicionales en el sitio de la Planta de Enriquecimiento de Combustible de Natanz desde el ataque del viernes, que destruyó la parte aérea de la Planta Piloto de Enriquecimiento de Combustible”, afirma. Además, identifica cuatro estructuras afectadas en el complejo nuclear de Isfahán: el laboratorio químico central, una planta de conversión de uranio, la planta de fabricación de combustible para el reactor de Teherán y una instalación en construcción para procesar tetrafluoruro de uranio (UF4).
El OIEA mantiene su compromiso con la supervisión en Irán. “La agencia está y seguirá estando presente en Irán. Las inspecciones de salvaguardias en Irán continuarán tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan, como lo exigen las obligaciones de salvaguardias de Irán [del Tratado de No Proliferación]”.