El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, arremetió contra la supuesta “opresión” de Israel sobre los árabes palestinos y las “violaciones” en Jerusalén durante su discurso del martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que pidió la reanudación de las conversaciones de paz.
Erdogan, frecuente crítico de Israel, hizo hincapié en “la necesidad de reactivar el proceso de paz y de volver a buscar una solución de dos Estados lo antes posible sin más demora”.
Dijo que la paz y la estabilidad en Oriente Medio son imposibles mientras continúe la “opresión de Israel contra nuestros hermanos palestinos”.
“Hay que poner fin cuanto antes a las políticas de ocupación, anexión de tierras y asentamientos ilegales”, dijo.
Erdogan condenó las “violaciones israelíes del estatus internacional de Jerusalén” y de la santidad del Monte del Templo, que alberga la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam. El complejo del Monte del Templo también se considera el lugar más sagrado del judaísmo, ya que es el sitio donde se encontraban el primer y el segundo templo judío.
Turquía, antaño un fuerte aliado musulmán de Israel, se ha convertido en un enemigo geopolítico bajo el mandato de Erdogan. El líder turco ha proferido a menudo diatribas contra Israel, incluso durante su discurso en la Asamblea General del año pasado, en el que acusó al Estado judío de extender su “mano sucia” sobre Jerusalén. Ese discurso provocó el abandono del enviado de Israel a la ONU, Gilad Erdan, que condenó el discurso como “antisemita”.
Aun así, Ankara ha seguido manteniendo relaciones abiertas con el Estado judío, incluso en materia de turismo y comercio. Erdogan dijo el pasado diciembre que deseaba mejorar las relaciones con Israel.
En su discurso del martes, Erdogan también anunció que Turquía estaba dispuesta a ratificar finalmente el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El anuncio de Erdogan se produjo tras un año de violentos fenómenos meteorológicos en Turquía -incluidos incendios forestales e inundaciones repentinas- que se han cobrado unas 100 vidas.
En abril de 2016, Turquía firmó el histórico acuerdo sobre la limitación de las peligrosas emisiones que contribuyen al calentamiento global, al que los científicos culpan de unos fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y frecuentes.
Pero aún no ha ratificado formalmente el acuerdo mediante una votación en el Parlamento.
Erdogan declaró ante la Asamblea General de la ONU que Turquía tiene ahora la intención de completar el proceso de ratificación a tiempo para la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se celebrará en noviembre en Glasgow.
“Me gustaría anunciar a todo el mundo aquí, desde la Asamblea General de las Naciones Unidas, la decisión que hemos tomado tras los progresos realizados en el marco del acuerdo. Tenemos previsto someter el Acuerdo Climático de París a la aprobación de nuestro parlamento el mes que viene”, dijo Erdogan.
“Antes de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se celebrará en Glasgow, prevemos la fase de ratificación del acuerdo dirigido a la reducción del carbono”.