El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, condenó el viernes la muerte de árabes durante las violentas manifestaciones de musulmanes en Jerusalén, pidiendo una investigación.
Guterres “lamenta profundamente la muerte de tres palestinos en enfrentamientos hoy con las fuerzas de seguridad israelíes y pide que se investiguen plenamente estos incidentes”, dijo una declaración del portavoz del jefe de la ONU.
Instó a los líderes israelíes y árabes a abstenerse de acciones que pudieran agravar aún más la situación. Guterres también llamó a todos los líderes políticos, religiosos y comunitarios a ayudar a reducir la tensión.
“El Secretario General reitera que la santidad de los sitios religiosos debe ser respetada como lugares de reflexión, no de violencia”, dijo el portavoz.
Al parecer la declaración de Guterres fue escrita antes del ataque islámico asesino en la comunidad de Halamish.
Los disturbios en Jerusalén y las ciudades y pueblos cercanos vinieron después de que el Consejo de Ministros decidió durante la noche del jueves que los magnetómetros permanecerán en la entrada del Monte del Templo como parte de las nuevas medidas de seguridad en el recinto.
El Consejo de Ministros también autorizó a la policía a tomar todas las decisiones “para garantizar el libre acceso a los lugares sagrados, manteniendo la seguridad y el orden público en el Monte del Templo”.
Las medidas de seguridad de Israel en el recinto han causado un alboroto en el mundo árabe. Fueron condenadas por la Autoridad Palestina, el Waqf jordano y el gobierno jordano, que exigían un retorno al status quo.
El viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores egipcio criticó a Israel por las violentas manifestaciones musulmanas en Jerusalén y la zona, instando al Estado judío a “detener la escalada”.