La ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, se pronunció el jueves contra el gobierno de Joe Biden en respuesta a su decisión de restablecer los vínculos con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. También expresó su preocupación por la renovación de la financiación estadounidense a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
En un artículo publicado en el Algemeiner, Haley escribió que: “Volver a formar parte del Consejo de Derechos Humanos y renovar la financiación de la UNRWA no mejorará ninguna de las dos organizaciones. Sólo dará ánimos a nuestros enemigos y causará dolor a nuestros aliados, todo ello mientras se malgasta el dinero estadounidense”.
El CDH se formó para apoyar la progresión de los derechos humanos y proporcionar ayuda a los refugiados. Sin embargo, según Haley, no hace nada de eso, sino que da a los dictadores la oportunidad de ocultar su culpa bajo su membresía y apunta a un Israel democrático por encima de todos los demás autores reales.
En palabras de Haley, la ONU “aprueba rutinariamente más resoluciones contra Israel que contra Corea del Norte, Irán y Siria juntos”.
“El año pasado, la China comunista, la Cuba comunista y la Rusia de Vladimir Putin recibieron asientos, a pesar de que oprimen a sus pueblos de manera horrible”, continuó diciendo.
Además, el Consejo aprobó cinco resoluciones pro-palestinas y anti-israelíes en 2020. El embajador ante la ONU, Gilad Erdan, respondió diciendo que “los países que apoyaron a Israel hoy han comprendido que este paquete de resoluciones no hace nada para impulsar la paz, sino que sirve para afianzar la posición de rechazo de los palestinos y profundizar el conflicto”.
En 2018, el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, renunció a su puesto en el CDHNU, rompiendo todos los lazos y negándose a comprometerse públicamente con el consejo, debido a su punto de vista y sesgo antiisraelí.
Sin embargo, apenas tres años después, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, explicó que Estados Unidos retomaría su lugar en el consejo de derechos humanos, solo que esta vez como observador en lugar de miembro.
“Reconocemos que el Consejo de Derechos Humanos es un organismo defectuoso, que necesita una reforma de su agenda, de sus miembros y de su enfoque, incluyendo su desproporcionada atención a Israel”, admitió Blinken.
Sin embargo, el gobierno de Biden espera que su presencia en el Consejo fomente algún cambio positivo.
Haley fue firme en su objeción al enfoque de Biden. “Estas acciones hablan del enfoque ingenuo de Biden para comprometerse con la ONU. Está dando prioridad a las acciones para sentirse bien sobre los resultados y las reformas. En una organización en la que los países no libres superan en número a los libres, es una gran manera de conseguir poco y perder mucho”.
No es solo el CDH lo que preocupa a Haley. La continuación de la financiación hacia la UNRWA es un desperdicio del dinero de los contribuyentes estadounidenses, explicó, ya que la agencia no apoya realmente a los refugiados palestinos.
Se sabe que la UNRWA entrega material educativo a los jóvenes palestinos, glorificando a los jihadistas, así como libros de gramática que contienen frases como “la jihad es una de las puertas al paraíso”, “los palestinos son leones en la lucha contra los enemigos” y “la patria es digna de cualquier tipo de sacrificio”.
Mientras que la UNRWA dijo que estos libros se repartieron “por error”, Haley afirmó que “eso no es ayuda a los refugiados, es propaganda proterrorista. Enseñar a los niños a odiar a Israel y a su pueblo hace que la paz en Oriente Medio sea más difícil de conseguir”.
Haley no es la única que está preocupada por la decisión de la administración Biden de volver a asociar a Estados Unidos con estos dos organismos de derechos humanos.
El ex embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, tuiteó: “Pues he aquí una política terrible: volver a unirse al CDH”.
Y continuó: “¿Quién dirige la comisión de derechos humanos de la ONU? China, que coloca a sus indeseables en campos de concentración; Rusia, que encarcela a sus disidentes; ¡y Cuba! ¿Quién es el objetivo permanente? Israel. Donald Trump y Nikki Haley acertaron de pleno al retirarse!”.
Blinken defendió la decisión de Biden diciendo que la ONU, “ilumina a los países con los peores historiales de derechos humanos y puede servir como un importante foro para aquellos que luchan contra la injusticia y la tiranía”.
Queda por ver si Estados Unidos logrará instituir ese cambio en el CDH o en la UNRWA, pero el mensaje de Haley resuena con fuerza en su advertencia al gobierno de Biden sobre su precaria decisión.
“Si China, Rusia y Cuba crearan una organización que celebrara su tiranía en nombre de los derechos humanos, ¿querría Estados Unidos unirse a ella? Si una organización que dice ayudar a los refugiados en realidad los perjudica, mientras difunde el antisemitismo, ¿querría Estados Unidos financiarla?” Haley quiere saberlo.