El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, afirma ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la última ronda de violencia fue “completamente premeditada por Hamás para ganar poder político”.
El enviado dice que está compitiendo para arrebatar el poder en Cisjordania a la Autoridad Palestina, que recientemente pospuso las primeras elecciones parlamentarias en 15 años.
Hamás “buscó otra forma de hacerse con el poder. Ha intensificado las tensiones en Jerusalén como pretexto para lanzar esta guerra”.
Erdan se refirió a la disputa por la propiedad en Sheikh Jarrah, uno de los factores que ha sido tomado por “motivo” de la escalada.
Las familias van a ser desalojadas porque sus propíetaros legales han presentado una demanda desde 1980 para que los ocupantes ilegales firmen un contrato de alquiler o, al no pagar por su estadía en las propiedades, sean desalojados.
Dice que el gobierno israelí no puede intervenir en los procesos judiciales sobre el asunto, aunque reconoce que el gobierno actuó para retrasar la última audiencia sobre los desalojos para evitar una mayor escalada de violencia.
“¿Creen realmente que esta disputa por la propiedad es lo que ha provocado que Hamás lance esta oleada de ataques a gran escala contra Israel?”, pregunta Erdan.
Dice que Hamás también instigó la violencia en el Monte del Templo y utilizó la mezquita apodada al-Aqsa como “depósito” de armas. A continuación, muestra una imagen del lugar en la que se apilan piedras para lanzarlas contra la policía israelí.
También dice que cientos de miles de musulmanes pudieron rezar en el lugar durante el Ramadán y siguen visitando el recinto hoy en día.
“¿Realmente creen que estos rezos pacíficos son los que han hecho que Hamás lance este ataque a gran escala contra el pueblo de Israel?”, preguntó Erdan.
“Israel seguirá defendiendo los derechos de todos los creyentes a practicar su religión en libertad y seguridad, en la ciudad santa de Jerusalén”, afirma.
Comienzó su discurso en la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad sobre la última ronda de violencia en Gaza mostrando una foto de Nadin Awad, de 16 años, que murió la semana pasada por un cohete de Hamás.
“Estudiaba biología y química y soñaba con cambiar el mundo”, dice Erdan.
“Durante la última semana, millones de niños, mujeres y hombres israelíes se han acurrucado en refugios antiaéreos, mientras miles de cohetes de Hamás aterrizaban a su alrededor”, afirma.
Erdan advierte que si la ONU sigue pidiendo a ambas partes que actúen con moderación y no condena inequívocamente a Hamás, envalentonará aún más al grupo terrorista y “socavará a la Autoridad Palestina”.