El líder de la misión de paz de la ONU en Líbano, Aroldo Lázaro, ha manifestado su inquietud por la posibilidad de que las tensiones en la frontera con Israel escale a niveles incontrolables, abogando por una solución diplomática al conflicto. En un comunicado emitido por la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FPNUL), Lázaro advierte: “El peligro de escalada es real”.
Subraya que “No hay solución militar a la actual confrontación y violencia; una solución política y diplomática es el único camino a seguir”. Sin embargo, su declaración omite cualquier mención a las infracciones flagrantes de Hezbolá a la Resolución 1701 de la ONU, la cual prohíbe la operación del brazo armado del grupo en el sur de Líbano.
Por su parte, Israel ha expresado su disposición a entrar en conflicto bélico para forzar al grupo terrorista, apoyado por Irán, a retirarse de la frontera conforme a la resolución 1701, si continúa con sus amenazas hacia las comunidades del norte de Israel. En una entrevista con Radio del Ejército, el ministro de Educación de Israel, Yoav Kisch, destaca la urgencia de atender la situación en el norte del país.
La constante lluvia de cohetes de Hezbolá ha provocado la evacuación de decenas de miles de personas de la Alta Galilea. Kisch subraya la necesidad de encontrar una solución habitacional para los residentes desplazados del norte antes del inicio del próximo año escolar, advirtiendo: “Faltan cinco meses para que empiece el curso escolar; en este plazo tiene que haber un acuerdo con Líbano o una guerra”.