En el Consejo de Seguridad de la ONU, Leah Goldin, madre del teniente Hadar Goldin, asesinado y capturado por terroristas de Hamás en Gaza el 1 de agosto de 2014, demanda el cumplimiento de la Resolución 2474. El embajador de Israel, Danny Danon, la presenta junto a su hijo, Menachem Goldin. Goldin declara que su hijo murió durante una tregua de 72 horas pactada por la ONU y Estados Unidos.
Hamás, una organización terrorista, retiene el cuerpo de su hijo desde hace casi 11 años, aprovechando marcos humanitarios para fines políticos. La comunidad internacional, según Goldin, ignora esta situación. En 2019, la Resolución 2474 del Consejo de Seguridad ordenó a las partes en conflictos armados y a los Estados miembros adoptar medidas para localizar a los desaparecidos y devolver sus restos.
Goldin resalta que las palabras de la resolución, aunque firmes, carecen de impacto sin acciones concretas. Desde su aprobación, los principios de la Resolución 2474 han sido desatendidos y su implementación es nula. La ONU, que medió en el alto el fuego durante el cual capturaron a Hadar, no asume su responsabilidad.
Este abandono representa no solo un fallo diplomático, sino una traición moral. Goldin subraya que el derecho de una madre a enterrar a su hijo trasciende la política o las negociaciones. Las resoluciones de la ONU deben respaldarse con voluntad, coherencia y hechos, no con silencio que perpetúa la injusticia.
Con firmeza, Goldin urge a la ONU aplicar la Resolución 2474 de manera seria, no simbólica ni selectiva. Exige el retorno de los desaparecidos, rendición de cuentas y la dignidad que todo ser humano merece, tanto en vida como en la muerte.