La Asamblea General de las Naciones Unidas se dirigió a Israel el jueves con siete resoluciones diferentes.
El lenguaje condena a Israel por “medidas represivas” contra los ciudadanos sirios en los Altos del Golán y renueva los mandatos del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas, así como del “comité especial de las Naciones Unidas encargado de investigar las prácticas israelíes que afecten a los derechos humanos del pueblo palestino y otros árabes de los territorios ocupados”.
Las siete resoluciones fueron previamente adoptadas el 4 de noviembre por el Comité Político Especial y de Descolonización de la Asamblea General de la ONU, conocido como el Cuarto Comité.
La primera resolución, adoptada con 169 votos a favor, dos en contra y siete abstenciones, trataba de “expresar una grave preocupación por la situación especialmente difícil de los refugiados palestinos bajo la ocupación, incluso con respecto a su seguridad, bienestar y condiciones de vida socioeconómicas”.
La segunda, aprobada con 162 votos a favor, cuatro en contra y nueve abstenciones, trataba de “exhortar a Israel a que asegure la importación expedita y sin trabas de todos los materiales de construcción necesarios en la Franja de Gaza y a que reduzca el oneroso costo de la importación de los suministros del Organismo”.
El tercero, aprobado con 160 votos a favor, cinco en contra y 12 abstenciones, “reafirma que los refugiados palestinos tienen derecho a sus propiedades y a los ingresos derivados de ellas, de conformidad con los principios de equidad y justicia”.
La cuarta, aprobada con 76 votos a favor, 14 en contra y 83 abstenciones, “deplora las políticas y prácticas de Israel que violan los derechos humanos del pueblo palestino y otros habitantes árabes de los territorios ocupados, como se refleja en el informe del Comité Especial correspondiente al período examinado”.
La quinta, aprobada por 150 votos a favor, 7 en contra y 17 abstenciones, “reafirma que los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusaem oriental, y en el Golán sirio ocupado son ilegales y constituyen un obstáculo para la paz y el desarrollo económico y social”.
La sexta, aprobada con 147 votos a favor, 10 en contra y 16 abstenciones, afirma que las Naciones Unidas están “gravemente preocupadas por las tensiones y la violencia que se han producido en los últimos tiempos en todo el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental, y en particular con respecto a los santos lugares de Jerusalén, incluido el Haram al-Sharif, y deplorando la pérdida de vidas civiles inocentes”.
La séptima, aprobada por 151 votos a favor, tres en contra y 20 abstenciones, “determina que todas las medidas y actos legislativos y administrativos que haya adoptado o vaya a adoptar Israel, la Potencia ocupante, y que tengan por objeto modificar el carácter y la condición jurídica del Golán sirio ocupado son nulos y sin valor”.
A principios de este mes, los palestinos pudieron impulsar una serie de resoluciones redactadas por el Comité de Derechos de los Palestinos de la Asamblea General, dedicadas a promover la narrativa palestina con respecto al conflicto regional.
El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, dijo en su momento que “ningún otro país del mundo es discriminado en los organismos internacionales como lo es Israel. Es hora de que más países se unan a nuestra lucha para cambiar la agenda anti-Israel en la ONU”.