Pramila Patten, representante especial de la ONU sobre la violencia sexual en los conflictos, afirma que su oficina ha recogido información sobre el trato “cruel, inhumano y degradante” que las fuerzas de seguridad israelíes dispensan a los detenidos palestinos, hombres y mujeres, en Judea y Samaria, “incluida la violencia sexual en forma de registros corporales y amenazas de violación”.
Añade estos comentarios al presentar el 7 de octubre un informe sobre los crímenes sexuales cometidos por Hamás.
“La misión fue difícil, por lo que oímos y por los detalles”, afirma. “Vimos un catálogo de las formas más extremas e inhumanas de tortura y otros horrores”.