El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebrará el miércoles una primera ronda de conversaciones sobre una propuesta de Estados Unidos para extender indefinidamente un embargo de armas a Irán, que actualmente está previsto que termine en octubre en virtud del acuerdo nuclear de Teherán de 2015 con las potencias mundiales.
Estados Unidos distribuyó el lunes un proyecto de resolución sobre la medida a los 15 miembros del Consejo, dijeron los diplomáticos, pero los vetos del Consejo, Rusia y China, ya han señalado su oposición a la medida.
Washington ha argumentado durante mucho tiempo que el embargo de armas a Irán no debe ser levantado. Una resolución necesita nueve votos a favor y ningún veto de los Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña o Francia para ser aprobada.
La propuesta de EE.UU. prohibiría la venta, suministro o transferencia de armas o material relacionado por parte de Irán y prohíbe a los países vender, suministrar o transferir armas o material relacionado a menos que sea aprobado por un comité del Consejo de Seguridad.
Exige a los países que inspeccionen la carga en su territorio si tienen motivos razonables para creer que la carga contiene artículos prohibidos y también pide a los países que inspeccionen los buques en alta mar – con el consentimiento del Estado del pabellón – por la misma razón.
Estados Unidos distribuyó el proyecto de resolución después de que el Secretario General de la ONU Antonio Guterres informara al Consejo de Seguridad a principios de este mes que los misiles de crucero utilizados en varios ataques a instalaciones petroleras y a un aeropuerto internacional en Arabia Saudita el año pasado eran de “origen iraní”.
Si Washington no logra extender el embargo de armas, ha amenazado con desencadenar en el Consejo de Seguridad la devolución de todas las sanciones de la ONU a Irán en el marco del acuerdo nuclear, aunque haya renunciado al acuerdo en 2018. Los diplomáticos dicen que Washington se enfrentaría a una dura y desordenada batalla.
Irán ha incumplido partes del acuerdo nuclear en respuesta a la retirada de EE.UU. y la reimposición de sanciones por parte de Washington.