El portavoz de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, afirmó que la organización acepta colaborar con entidades que respeten los principios humanitarios, en respuesta a las propuestas de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) para participar en la distribución de ayuda dentro de la Franja. Entre los requisitos, Dujarric destacó la necesidad de evitar situaciones que incrementen el riesgo de que civiles resulten heridos o muertos al intentar acceder a los alimentos.
La crítica fue dirigida a las operaciones de GHF, que instaló puntos de distribución en zonas remotas y bajo control militar israelí, lo que obligó a residentes palestinos a desplazarse largas distancias a pie y atravesar líneas de las Fuerzas de Defensa de Israel. Según el propio portavoz, estas condiciones comprometen la seguridad de la población y dificultan la labor humanitaria.
GHF aseguró que ha logrado entregar más de dos millones de comidas por día. Sin embargo, los suministros distribuidos consisten principalmente en alimentos secos, los cuales requieren preparación previa en una Franja que enfrenta escasez de agua potable, combustible y equipos de cocina tras meses de conflicto armado.
En paralelo, Dujarric informó que la ONU distribuyó 158.000 raciones cocinadas a través de 64 cocinas comunitarias desde el domingo. Indicó, no obstante, que la cantidad se ha reducido debido a la disminución del suministro de alimentos disponible dentro del enclave, lo que limita la capacidad operativa del sistema actual.
Durante la conferencia de prensa, Dujarric concluyó: “Tenemos un sistema que funciona. Todo lo que se nos pide es que se nos permita usar ese sistema. No creo que necesitemos agregar otra capa de organizaciones con fines de lucro”.