La ONU se ve obligada a suspender gran parte de sus actividades de asistencia alimentaria en Gaza y en Judea y Samaria, afectando a miles de beneficiarios en estos territorios controlados por gobiernos palestinos.
Grave escasez de fondos obliga a recortes
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU enfrenta una alarmante falta de recursos económicos, lo que impide continuar con sus operaciones en Judea y Samaria y Gaza. Samer Abdeljaber, director del PMA en los territorios palestinos, comunicó que la agencia deberá recortar sus asignaciones de alimentos a más de 200.000 palestinos, aproximadamente el 60 % de su carga de casos.
Como resultado, el PMA solo podrá proveer alimentos y vales a 140.000 personas, enfocándose en aquellos con mayor riesgo de inseguridad alimentaria. Los recortes comenzarán en junio, y sin un incremento en la financiación, las operaciones del PMA podrían cesar por completo en agosto.
Antecedentes de recortes y ayuda internacional
Esta no es la primera vez que el PMA anuncia recortes en sus operaciones debido a problemas presupuestarios. Situaciones similares ocurrieron en 2018 y 2019, y el año pasado Alemania intervino con una subvención de 5,2 millones de dólares en diciembre, lo que permitió la continuidad de las actividades.
El PMA ha asistido a 380.593 beneficiarios en Judea y Samaria y Gaza durante 2022, invirtiendo 175 millones de dólares en total. En la Franja de Gaza, el 63 % de las familias sufren inseguridad alimentaria.
Factores externos que agravan la situación
La crisis financiera en el PMA también se ve afectada por factores externos, como la guerra en Ucrania y el aumento de los precios de los alimentos a nivel global. Estos elementos han generado déficits de financiamiento y recortes en las operaciones del programa en otros países, como Chad, Burundi y Yemen.
La importancia de la colaboración internacional
La situación en Judea y Samaria y Gaza pone de manifiesto la urgencia de la colaboración internacional para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de las poblaciones vulnerables en todo el mundo.
La asistencia alimentaria de la ONU es esencial en estos territorios, y la falta de fondos pone en riesgo la vida y la estabilidad de miles de personas.