GINEBRA, Suiza – El mortal ataque de Turquía contra posiciones kurdas en el noreste de Siria ha obligado a 130.000 personas a huir de sus hogares, dijo el domingo la ONU, añadiendo que se estaba preparando para que esa cifra se triplicara con creces.
“Hemos pasado a un escenario de planificación en el que hasta 400.000 personas podrían ser desplazadas dentro y a través de las zonas afectadas”, dijo Jens Laerke, portavoz de la agencia humanitaria de la ONU, OCHA, a AFP, en un correo electrónico, añadiendo que estas personas estarían “necesitadas de ayuda y protección”.
La ONU había dicho el viernes que unas 100.000 personas se habían visto obligadas a huir de sus hogares desde el comienzo de la incursión militar de Turquía el miércoles, después de que el presidente estadounidense Donald Trump ordenara a las tropas estadounidenses que se retiraran de la frontera.
Pero para el domingo advirtió de nuevos desplazamientos de las zonas rurales alrededor de Tell Abiad y Ras al-Ain con las últimas estimaciones “superando las 130.000 personas”.
“Los números exactos aún no se pueden determinar”, dijo la agencia en un documento de evaluación actualizado.
La mayoría de los desplazados habían llegado a sus familiares o a las comunidades de acogida, pero un número cada vez mayor de ellos llegaba a refugios colectivos, incluso en las escuelas.
La ONU advirtió del impacto de cualquier nueva escalada de la ofensiva de Turquía o de cambios repentinos en el control del territorio.
“La preocupación sigue siendo grave en torno a los riesgos a los que se enfrentan miles de personas desplazadas vulnerables, entre ellas mujeres y niños en varios campamentos (de desplazados)”, señala Al-Hol, un campamento que alberga a familiares de sospechosos del Estado islámico que se encuentra fuera de la zona objetivo de Turquía.
La ONU dijo que hubo muchas otras consecuencias humanitarias del ataque militar, que se está llevando a cabo en múltiples frentes a lo largo de la frontera.
También expresó su preocupación por la seguridad del personal de las 113 organizaciones de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales de ayuda que operan en la zona, y redujo la plantilla internacional de 384 a 200 personas, en comparación con los niveles normales.