Tras años de diálogos prolongados, los países aprobaron un acuerdo internacional que busca corregir los errores cometidos durante la pandemia de COVID-19 y preparar al mundo ante nuevas amenazas sanitarias.
Más de tres años de negociaciones concluyeron en una sesión extenuante en la sede de la Organización Mundial de la Salud. El pacto se firmó cerca de las 2 a.m. (0000 GMT), cuando los delegados, visiblemente agotados, alcanzaron un consenso.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, declaró: “Esta noche marca un hito importante en nuestro viaje compartido hacia un mundo más seguro”.
Desde su punto de vista, el momento fue histórico: “Las naciones del mundo hicieron historia hoy en Ginebra”.
Cinco años después del inicio de la pandemia que provocó millones de muertes, colapsó economías y puso en jaque a los sistemas de salud, los delegados trabajaron con una presión intensa. Entre las amenazas actuales destacan la gripe aviar H5N1, el sarampión, el mpox y el ébola.
El tramo final de las discusiones se vio tensionado por los recortes en la ayuda exterior de Estados Unidos y la posibilidad de imponer aranceles a productos farmacéuticos, factores que dificultaron el cierre del acuerdo.