El primer ministro libanés, Najib Mikati, ha declarado que Líbano está dispuesto a aplicar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, con el objetivo de poner fin a los ataques transfronterizos perpetrados por el grupo terrorista Hezbolá contra Israel.
Sin embargo, Mikati enfatizó que esta disposición está condicionada a que Israel también cumpla con la resolución y se retire del territorio en disputa.
La zona fronteriza entre Líbano e Israel ha sido testigo de una creciente escalada de intercambios de disparos, principalmente entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y Hezbolá, un grupo respaldado por Irán.
Esta situación ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de un conflicto más amplio en la región, especialmente desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás el pasado 7 de octubre.
La Resolución 1701, que puso fin al conflicto de 2006 entre Israel y Hezbolá, exige la retirada de personal armado al sur del río Litani, en el territorio libanés, a excepción de las fuerzas de paz de la ONU, el ejército y las fuerzas de seguridad de Líbano.
El primer ministro Mikati subrayó la importancia de la aplicación de las resoluciones internacionales, incluida la Resolución 1701, como vía para resolver las hostilidades transfronterizas actuales.
Sin embargo, insistió en que esto debe ocurrir en paralelo con la retirada de Israel del territorio en disputa, de acuerdo con las leyes y resoluciones internacionales. Mikati mencionó específicamente el monte Dov (conocido como granjas de Shebaa), las colinas de Kfar Chouba y la parte libanesa del pueblo de Ghajar como áreas de interés en este contexto.