Arabia Saudita ordenó la semana pasada a Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, que acepte un acuerdo de paz con Israel organizado por la administración Trump, o de lo contrario, que renuncie, según un informe israelí el domingo.
La administración Trump comenzó a redactar una propuesta de paz entre Israel y la Autoridad Palestina basado en una solución de dos Estados, dijeron el sábado funcionarios y analistas citados por The New York Times.
Abbas fue llamado inesperadamente a Riad hace seis días por la oficina del poderoso príncipe heredero Mohammad bin Salman.
Allí, además de recibir la orden de «aceptar el plan de paz de Trump o renunciar», se le ordenó alejarse de cualquier influencia iraní, según el informe sobre el Canal 10 de Israel.
Las autoridades saudíes dejaron en claro que estaban consternados por las imágenes de los medios del líder político adjunto de Hamás, Saleh al-Arouri , que visitó Teherán en octubre. Arouri, un jefe terrorista de Hamás, fue el firmante de Hamás de un acuerdo de reconciliación con el grupo Fatah de Abbas, firmado en El Cairo el mes pasado.
Los sauditas también dejaron claro que los activistas libaneses dentro de la facción Fatah de Abbas ya no pueden cooperar con la organización terrorista libanesa respaldada por Irán, Hezbolá.
Desde que informaron las advertencias, que podrían amenazar el nuevo acuerdo de unidad palestino firmado por Fatah y Hamás respaldado por Irán en la Franja de Gaza, los medios de la Autoridad Palestina mostraron un raro grado de unidad en los últimos días al manifestarse contra Irán.
El diario al-Hayat al-Jadida, por ejemplo, escribió que «la Autoridad Palestina no permitirá que Irán interfiera en su territorio» o que «intente crear una copia palestina de Hezbolá».
La sunita Arabia Saudita ha estado haciendo demostraciones de poder frente al Irán chiita.
La semana pasada, el primer ministro libanés, Saad Hariri, se presentó en Riyadh, apareciendo en la televisión saudí para anunciar su renuncia y provocar rumores de que estaba retenido contra su voluntad.
El domingo por la noche, Hariri dio su primera entrevista televisiva, atacando a Irán y a su proxy, Hezbolá, y afirmando que regresaría a Líbano en los próximos días para presentar formalmente su renuncia al presidente libanés Michel Aoun.