El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, señaló el martes una vez más sus condiciones para las negociaciones con Israel. Hablando con miembros de su movimiento Fatah, Abbas dijo que la AP está dispuesta a regresar a la mesa de negociaciones sobre la base de una solución de dos Estados, el establecimiento de un estado palestino independiente y la determinación de que la presencia judía en todas las “tierras palestinas” es ilegal.
Reiteró que la cuestión de los presos es una prioridad absoluta y que la AP seguirá apoyando a los presos hasta que todos sean liberados de las cárceles israelíes.
“Nos adherimos a una lucha popular pacífica porque somos conscientes de lo que la ocupación quiere, y nos adherimos a nuestra política, mientras coordinamos con nuestra gente en Al-Quds, Cisjordania, la Franja de Gaza y dondequiera que nuestro pueblo se encuentre”, dijo Abbas .
El presidente de la AP ha rechazado repetidas veces las llamadas de Israel a entablar negociaciones directas, eligiendo en lugar de ello imponer condiciones previas a tales conversaciones.
Sus comentarios vienen antes de la visita a la región de Jared Kushner, asesor principal del presidente estadounidense, Donald Trump, destinado a avanzar en el proceso de paz.
En su discurso del martes, Abbas también habló sobre las tensiones en curso con Hamás, y rechazó las afirmaciones de que la AP había tomado medidas punitivas contra Gaza.
Estos pasos, explicó, están destinados a enviar una clara señal a la dirección de Hamás de que debe abandonar su política y, en particular, al Comité Ejecutivo de la Franja de Gaza, que funciona como un gobierno independiente.
Abbas subrayó que la Autoridad Palestina se toma en serio su política y está dispuesta a tomar medidas adicionales si Hamás no cumple con su llamado a la unidad nacional.
Hamás y la facción Fatah de Abbas han estado en desacuerdo desde 2007, cuando Hamás tomó el control de Gaza en un sangriento golpe.
Un gobierno de unidad entre Hamás y Fatah se derrumbó en 2015 cuando Abbas decidió disolverlo en medio de una profunda brecha entre las partes.
En los últimos meses, Fatah finalmente reconoció que no tiene control sobre Gaza y ahora está tratando de obligarla a devolver el control del enclave creando presión económica sobre el grupo, sobre todo al reducir el suministro de electricidad a Gaza a través de Israel.