La Autoridad Palestina continúa culpando a Israel por la muerte de Yasser Arafat, con funcionarios y medios de la AP acusando al Estado Judío de envenenar al ex líder “palestino” (que en realidad es un árabe egipcio), dijo un grupo de control.
Mientras los árabes de la Autoridad Palestina conmemoraban 13 años de la muerte de Arafat este mes, los voceros de la AP repitieron la afirmación de que no murió de forma natural.
«Todas las señales muestran que Israel fue quien asesinó y mató al presidente Yasser Arafat de alguna manera, llegaron a él y lo envenenaron», dijo un presentador matutino en el canal de televisión oficial de la AP el 11 de noviembre, según el grupo israelí. Palestinian Media Watch.
Mientras tanto, un columnista del diario oficial de la AP Al-Hayat Al-Jadida dijo que Israel «lo obligó a abandonar la escena y lo envenenó». Los que fueron responsables de su tratamiento en Francia no encontraron el antídoto necesario para su recuperación del asesinato premeditado, que fue cometido por los líderes del estado de limpieza étnica israelí«.
El columnista continuó afirmando que el presunto asesinato se llevó a cabo «con luz verde desde los Estados Unidos».
El alto funcionario de Fatah, Nasser al-Qidwa le dijo a la agencia de noticias Ma’an el 9 de noviembre que Israel tenía «plena responsabilidad política y criminal por el asesinato del mártir Yasser Arafat». Citó como prueba «declaraciones israelíes claras y repetidas que exigían la eliminación del mártir Yasser Arafat de la arena política palestina».
Declaraciones similares fueron hechas en agosto por el asesor de asuntos exteriores del presidente de la AP Mahmoud Abbas, Nabil Shaath, quien dijo a Al Arabiyaa TV de Arabia Saudí que sabía sin «una millonésima de duda» que «los israelíes lo mataron con veneno».

Arafat murió en un hospital militar cerca de París a la edad de 75 años en noviembre de 2004, un mes después de enfermar repentinamente. La fuente subyacente de la enfermedad nunca ha sido clara, lo que lleva a persistentes teorías de conspiración de que tuvo cáncer, SIDA o fue envenenado.
En 2012, la viuda de Arafat, Suha, presentó un caso en una corte francesa, diciendo que fue asesinado.
Ese mismo año, la tumba de Arafat en Ramallah se abrió durante unas horas y permitió a tres equipos de investigadores franceses, suizos y rusos recoger aproximadamente 60 muestras.
El equipo suizo dijo que encontró que ciertas muestras contenían «niveles anormales» del elemento radiactivo polonio que, según ellos, podría ser «coherente con una hipótesis de envenenamiento». Sin embargo, un miembro del equipo también afirmó que «nuestro estudio no nos permitió demostrar categóricamente la hipótesis de envenenamiento por polonio».
Los investigadores franceses y rusos dictaminaron que no había pruebas suficientes para apoyar el envenenamiento, y que el material radiactivo parecía ser de «naturaleza ambiental».
En 2015, los fiscales franceses cerraron la investigación sobre la muerte de Arafat, citando pruebas insuficientes.