El primer ministro Naftali Bennett da instrucciones a los servicios de seguridad para que mantengan a los sospechosos de terrorismo en detención administrativa, un día después de que dos policías fuesen asesinados en un ataque a tiros en Hadera por parte de partidarios del Estado Islámico.
Según un comunicado de la oficina de Bennett, éste dice que la controvertida práctica -que suele aplicarse contra los palestinos en Cisjordania- debe utilizarse “en circunstancias apropiadas en las que sea posible presentar una base legal adecuada”.
En una evaluación de seguridad con jefes de seguridad y otros funcionarios, también pide que los servicios de seguridad continúen con el “amplio esfuerzo operativo”; que se desplieguen más tropas; que se permita a más constrictos y reservistas de las FDI llevar armas; y que se vigilen las redes sociales, entre otras medidas, diciendo que Israel “está en una nueva situación que requiere que los servicios de seguridad se preparen y se adapten a las circunstancias”.
Bennett asiste a la reunión de forma virtual tras dar positivo en el test de COVID-19