Un alto comandante de Hamás que supuestamente desertó a Israel le proporcionó “inteligencia sensible” al Mossad sobre las operaciones del grupo terrorista, fuentes anónimas dijeron a la red saudita Al Arabiya.
El informe de Al-Arabiya afirmaba además que la agencia de espionaje del Mossad de Israel facilitó la fuga del alto comandante Izz al-Din Badr, que anteriormente había dirigido las fuerzas especiales navales de Hamás.
Los medios de comunicación en idioma árabe han estado muy activos en las últimas semanas con presuntas revelaciones sobre el espionaje dirigido por Israel en la Franja de Gaza y sobre traidores a los más altos niveles de Hamás, desde que el grupo terrorista anunció la detención de varios miembros de una red de espionaje “dirigida por Israel” que planeaba un “sabotaje” en Gaza hace dos semanas.
En una declaración, Hamás negó categóricamente el informe de Al-Arabiya del martes, ya que ha negado todos los informes de los dobles agentes de alto nivel del grupo terrorista desde el arresto de la célula. Hamás acusó además a Arabia Saudita de “cerrar filas con la ocupación sionista”.
El informe decía que, tras llegar a Israel, el comandante proporcionó información sobre los arsenales de armas y las residencias de altos funcionarios de Hamás, lo que llevó al grupo terrorista a trasladar inmediatamente el material a otros escondites de la Franja.
En respuesta a la supuesta deserción de alto nivel, el informe decía que el grupo terrorista con sede en Gaza se embarcó en una “reestructuración” de su ala de seguridad, despidiendo a varios oficiales superiores. Mohammad Abu Awja, otro alto comandante de las fuerzas de seguridad interna de Hamás, también fue detenido por espiar para Israel, según Al-Arabiya.
Hamás dijo que “condena la campaña de desinformación y distorsión encabezada por Al-Arabiya con otras organizaciones de medios de comunicación, basada en mentiras y calumnias de los servicios de seguridad sionistas, que tiene por objeto perjudicar al pueblo palestino y su confianza en el proyecto de resistencia y liberación”.
Al-Arabiya patrocina a Arabia Saudita y Hamás, que antes eran amigos, se han vuelto cada vez más antagónicos en los últimos años. Mientras que el reino expresó históricamente un apoyo general al grupo terrorista con base en Gaza, permitiéndole recaudar dinero en territorio saudí, en los últimos años se ha producido un aumento de las tensiones entre ambas partes. Hamás se ha acercado cada vez más a los principales rivales regionales de Arabia Saudita, Irán y Qatar.
En septiembre pasado, Hamás condenó públicamente a Arabia Saudita por una serie de arrestos de figuras vinculadas a Hamás en el reino. Según el grupo terrorista con sede en Gaza, los palestinos, jordanos y saudíes que eran miembros de Hamás o recaudaban dinero sufrieron negligencia e incluso tortura mientras languidecían en las cárceles saudíes.