A una niña de 13 años se le impidió subir a un autobús en el centro de Israel después de que el conductor le dijera que lo que llevaba puesto se consideraba “acoso sexual por ley”, según un informe del lunes.
Según el diario Haaretz, el incidente tuvo lugar el viernes. Tamara Lahav, de 13 años, estaba esperando el autobús número 9, operado por la compañía Kavim, que va de Or Akiva a Binyamina-Givat Ada. Aquella cálida mañana de junio, llevaba unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes para ir a un centro comercial cercano.
Pero cuando llegó el autobús y Lahav se disponía a subir, el conductor la detuvo y le preguntó si tenía “algo con lo que cubrirse”, según el informe.
Sorprendida por la inesperada pregunta, Lahav dijo que no tenía nada. El conductor no la dejó subir y se marchó, dejándola atrás.
“Me quedé en shock”, dijo a Haaretz. “No podía entender lo que estaba pasando. Después me arrepentí de no haberme enfrentado al conductor. No creo que los chicos se hubieran tratado así”.
Añadió: “Tardé en comprender la situación. Es muy molesto. Creo que el conductor no me dejó subir por un enfoque machista”.
Ilustrativo: Los israelíes laicos suben a un autobús segregado por sexos, en el que las mujeres se sientan en la parte trasera y los hombres en la delantera. Las mujeres laicas se sentaron entre los hombres judíos ultraortodoxos en la parte delantera, como parte de una protesta contra la exclusión de las mujeres en la esfera pública, el 1 de enero de 2012. (Miriam Alster / Flash90)
Tras conocer lo sucedido, la madre de Lahav llamó a la Autoridad Nacional de Transporte Público y presentó una denuncia contra el conductor.
“Su comportamiento en un espacio público constituye una grave ofensa a los derechos básicos que todos tenemos y especialmente a la dignidad humana”, dijo. “Tamara fue educada aprendiendo la importancia de la completa igualdad. Nadie puede decirle lo que tiene que llevar”.
La ley israelí dicta que un conductor de autobús no puede discriminar a los pasajeros por su vestimenta.
La empresa de autobuses Kavim dijo que investigaría el incidente y tomaría medidas disciplinarias contra el conductor si resulta que violó la política de la empresa.
“La empresa da instrucciones a sus conductores para que permitan a todos y cada uno de los pasajeros utilizar sus servicios y subir al autobús, independientemente de su aspecto”, rezaba un comunicado emitido por la empresa y citado por Haaretz.
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En 2011, el Tribunal Supremo dictaminó que la segregación de género forzada en los autobuses públicos era ilegal, lo que llevó a varios años de acalorada lucha por parte de los extremistas ultraortodoxos para preservar la segregación de género en las líneas de autobuses que sirven a sus comunidades.
En el pasado, la compañía de autobuses Egged operaba controvertidos autobuses segregados conocidos como “autobuses Mehadrin” en ciertas rutas intraurbanas que pasaban por barrios ultraortodoxos.
Los autobuses públicos contienen avisos que informan a los pasajeros de que cualquier intento de obligar a otros pasajeros a moverse del asiento que han elegido es un delito (con la excepción de los lugares especificados para los discapacitados).