Uno de los principales asesores sanitarios del gobierno dijo el sábado que, aunque es probable que Israel establezca un nuevo récord de casos en las próximas semanas, a medida que la ola Ómicron alcance su punto máximo, espera que el número de casos graves se mantenga a un ritmo manejable para los hospitales, y que no supere los registrados durante el apogeo de la ola Delta en el verano.
Eran Segal, biólogo computacional del Instituto de Ciencias Weizmann, declaró al Canal 12 que es probable que Israel alcance los 10.000 casos diarios a finales de la próxima semana y los 20.000 casos diarios la semana siguiente. El viernes se identificaron 5.466 nuevos casos.
Segal especuló que en tres semanas habrá unos dos millones de casos activos en el país, pero que en ese momento los casos disminuirán a medida que el país alcance una “especie de inmunidad de rebaño”.
Dijo que era optimista en cuanto a que el número de casos graves seguiría siendo manejable, debido a la combinación de la cepa más débil del virus, la llegada de la nueva píldora antiviral COVID de Pfizer y un número cada vez mayor de israelíes que se están vacunando con vacunas de refuerzo.
En el Reino Unido, los científicos informan de que los portadores de Ómicron tienen entre 3 y 4 veces menos probabilidades de enfermar gravemente que en las oleadas anteriores.
Se cree que la oleada Delta del año pasado causó unos 500.000 casos totales en Israel. En su punto álgido, unos 750 pacientes fueron hospitalizados en estado grave. Hasta el sábado por la tarde, había 29.959 casos activos de COVID, con 185 de ellos hospitalizados, 101 de ellos en estado grave y 27 de ellos con respiradores.
“Aunque batiremos récords en términos de casos y habrá un aumento de los casos graves, [estos últimos] no superarán los récords establecidos durante las oleadas anteriores”, dijo Segal al Canal 12.
Segal recomendó retirar algunas de las restricciones establecidas en las últimas semanas, citando la creciente evidencia de que Ómicron no es tan peligroso como otras olas.
No especificó qué restricciones creía que debían levantarse. Sin embargo, señaló que las importantes restricciones de viaje que se aplicaron a finales de noviembre, cuando se identificó la variante, consiguieron frenar la entrada de Ómicron en el país.