Dos mujeres israelíes acusadas de ayudar en una operación de espionaje iraní han sido puestas en libertad con arresto domiciliario, según informaron el viernes los medios de comunicación hebreos.
Las mujeres formaban parte de los cinco sospechosos detenidos por ayudar supuestamente a un agente iraní a reunir información y establecer contactos en Israel. Los cinco sospechosos – cuatro mujeres y un hombre – son todos inmigrantes judíos de Irán o descendientes de inmigrantes iraníes.
El Tribunal de Distrito de Jerusalén, donde los cinco han sido acusados, ordenó la puesta en libertad de las mujeres a principios de esta semana. El servicio de seguridad Shin Bet no apeló la decisión, según el sitio de noticias Ynet.
Según las condiciones de su puesta en libertad, las mujeres serán sometidas a vigilancia y se les prohibirá el uso de Internet, lo que, según el juez, reducirá el riesgo que representan, informó la Radio del Ejército.
“Antes de cometer los actos eran mujeres normales de familia. Ambas confesaron sus actos y una de ellas comprende la gravedad de sus actos”, dijo el juez.
Las dos mujeres no han sido nombradas, ya que la publicación de las identidades de las sospechosas está prohibida en virtud de una orden de silencio emitida por el tribunal y solicitada por sus abogados.
Según el Shin Bet, las sospechosas tomaron fotografías de lugares de importancia estratégica en Israel, incluido el Consulado de Estados Unidos en Tel Aviv; intentaron entablar relaciones con políticos; proporcionaron información sobre disposiciones de seguridad en diferentes lugares; y cometieron otros delitos, todo ello bajo la dirección del agente iraní, que se hacía llamar Rambod Namdar, a cambio de miles de dólares.
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Dos de los sospechosos también intentaron convencer a sus hijos para que se unieran a una unidad de Inteligencia Militar de las FDI, dijo el Shin Bet.
Namdar, que mantenía perfiles en Facebook, Instagram y WhatsApp, fingía ser judío en las conversaciones con algunos de los sospechosos.
En algunos casos, los sospechosos reconocieron que eran conscientes de que Namdar podía ser un agente de la inteligencia iraní, pero continuaron sus comunicaciones con él de todos modos, según el servicio de seguridad.
Sin embargo, dado que ninguno de los sospechosos supuestamente implicados en el caso tenía acceso a material clasificado de importancia y no había indicios de que esta red de espionaje comprometiera gravemente la seguridad nacional, sí reveló un posible punto débil que podría ser utilizado por Irán en el futuro.
Los abogados de los cinco sospechosos del caso han dicho que no tenían intención de hacer daño. Uno de sus hijos fue citado por el Canal 12 diciendo que su madre es una mujer mayor que nunca haría nada para dañar a Israel, y que trabajaba para fomentar la inmigración de judíos desde Irán.
Babek Yitzhaki, periodista de origen iraní, ha dicho que el asunto es un “terremoto” dentro de la comunidad de israelíes nacidos en Irán.